Los ambientes más irrespirables e insalubres tienen su hueco en la COP25

Cumbre del Clima

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, 'padece' la polución de varias ciudades recreadas en la cita

La ministra Ribera (centro) visita uno de los iglús que recrea la polución de una ciudad.
La ministra Ribera (centro) visita uno de los iglús que recrea la polución de una ciudad. / J. J. Guillén / Efe
Raúl Casado (Efe)

04 de diciembre 2019 - 21:17

Algunos de los ambientes más contaminados del planeta, los más irrespirables e insalubres, tienen también su hueco en la Cumbre del Clima (COP25) de Madrid y este miércoles lo han comprobado responsables institucionales.

Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ponen de relieve que la mala calidad del aire causa cada año siete millones de muertes prematuras en el mundo, el agravamiento de numerosas dolencias y un gasto sanitario multimillonario.

La contaminación de las ciudades agrava muchas enfermedades respiratorias crónicas, aumenta el número de infartos, de ictus, y causa más accidentes cerebrovasculares, pero afecta también al cerebro, al desarrollo cognitivo y al coeficiente intelectual de las personas, según la OMS.

El artista Michael Pinsky ha instalado en el recinto ferial de Madrid, donde se celebra la COP25, su obra Pollution pods (Burbujas de contaminación), una construcción que simula en cinco gigantescos iglús conectados entre sí los niveles de algunas de las ciudades más contaminadas de la Tierra.

Recreación del aire de Nueva Delhi, Pekín o Londres

La obra recrea los ambientes que se respiran en Nueva Delhi, Pekín, Sao Paulo y Londres, y en contraposición a todas ellas también la ciudad noruega de Trondheim, donde los indicadores invitan a practicar cualquier actividad al aire libre.

La instalación ha sido visitada por la ministra española para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, y la directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira.

La construcción de Pinsky recrea el ambiente que se respira en algunas de las ciudades con una mayor densidad de polución y la elevada concentración de partículas contaminantes en el aire que respiran sus habitantes.

Lo hace de una forma "amable", porque en el interior de los iglús no se respira ni dióxido de nitrógeno ni monóxido de carbono, y aunque parezca polución es en realidad una mezcla de aromas artificiales y de perfumes.

Diseñada para concienciar sobre los efectos de la contaminación y el cambio climático sobre la salud, la obra ha recorrido varios países antes de recalar en Madrid.

En la recreación de Londres, Ribera y Neira han comprobado cómo han mejorado los niveles de contaminación desde que su alcalde impulsara, en colaboración con la OMS, una ambiciosa estrategia para rebajar la polución y reducir la elevada mortalidad y el agravamiento de numerosas dolencias por culpa de la calidad del aire.

En Pekín han observado que la contaminación dificulta hasta la visión de objetos cercanos, pero han valorado que los niveles de contaminación se han estabilizado e incluso se percibe un ligero descenso desde que el Gobierno declarara "la guerra" a este problema.

En Nueva Delhi los olores procedentes de la contaminación son muy diferentes, porque en gran medida ésta proviene de las industrias que estaban empotradas en la ciudad, pero Ribera y Neira han valorado que esa situación haya también comenzado a cambiar con la salida de esas empresas de la urbe.

También son diferentes los olores y la contaminación en Sao Paulo, donde esa contaminación no es tan perceptible a simple vista pero es igualmente perniciosa, ya que procede de la combustión del etanol que utilizan mayoritariamente los vehículos.

Ribera: "El derecho a la salud incluye el derecho a respirar aire limpio"

Teresa Ribera se ha mostrado impresionada tras pasear por esos iglús y percibir lo que deben oler y sentir los habitantes de esas ciudades, y ha subrayado que la conexión entre el cambio climático y la salud está resultando determinante para que la sociedad se conciencia sobre la emergencia climática.

"El derecho a la salud incluye el derecho a respirar un aire limpio", ha señalado Teresa Ribera tras percibir "por los cinco sentidos" lo incómodo que resulta respirar un aire tan contaminado.

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