Un altar gigante y 200 confesionarios para la JMJ de Madrid
Benedicto XVI celebrará la misa de clausura en el Retiro para la que se espera a 900.000 jóvenes.
Un altar gigante en el aeródromo de Cuatro Vientos y 200 confesionarios en el parque del Retiro forman parte de la organización de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) en Madrid, ciudad que espera a 1,5 millones de jóvenes con el papa Benedicto XVI al mando.
El ejército ha prestado el aeródromo de Cuatro Vientos, al suroeste de la capital, para el principal evento papal, al igual que para la visita del anterior papa, Juan Pablo II, que congregó a 250.000 personas en 2003.
Es un ejemplo de la movilización de las autoridades españolas para este gran evento, que han calificado de acontecimiento "de interés público excepcional", para el cual han cedido el dispositivo de seguridad especial como en las celebraciones del Mundial 2010, que ganó España, o de la victoria del Real Madrid.
El Papa celebrará en Cuatro Vientos la misa de clausura de las JMJ, el 21 de agosto, que será retransmitida en 20 pantallas gigantes in situ y para la que se espera a 900.000 jóvenes.
Para la ocasión, el arquitecto español Ignacio Vicens no ha escatimado medios: ha diseñado un altar blanco de 195 metros de ancho pegado a una montaña de 22 metros de alto. Un árbol gigante en forma de sombrilla con ramas doradas, de 18 metros, protegerá al Santo Padre, de 84 años, del sol ardiente del verano madrileño.
La superficie del árbol es la de "un campo de tenis", explicó. "Es una metáfora en torno al árbol. La montaña es una manera de hablar de la raíz en la fe": "Es el árbol que se arraiga en el monte", "la Jornada Mundial que se arraiga en la fe", dice, inspirado.
El escenario está concebido como "una enorme pantalla para que se organice música", proyecciones y conciertos de grupos pop de varios países, además de las ceremonias. También servirá de punto de luz durante la vigilia de oración organizada la noche anterior a la llegada del Papa.
Esa noche los jóvenes peregrinos se congregarán al aire libre con su saco de dormir y su esterilla, repartidos en 48 parcelas del tamaño de un campo de fútbol, explica la responsable de organización Rosa Pérez.
Se levantarán al menos 17 capillas, lo que recuerda, aunque a mayor escala, a los encuentros internacionales de la comunidad ecuménica de Taizé (centro de Francia), que inspiraron las JMJ, creadas por Juan Pablo II en 1986.
"Esperemos que no llueva", pide otra organizadora, ya que la fiesta se acabaría pareciendo al festival de rock de Glastonbury (sur del Reino Unido) y sus famosas caídas en el barro.
En pleno centro de Madrid, en la plaza de Cibeles, se construye un escenario en el mismo lugar en que el Real Madrid celebra sus victorias.
Y muy cerca, en el céntrico parque del Retiro, se instalarán 200 confesionarios en forma de vela de barco en el paseo central para poder ser localizados entre los árboles. Cientos de curas y obispos de todo el mundo se relevarán para poder acoger a los peregrinos.
El gigantismo en la organización la levantado las críticas de las asociaciones, que denuncian la intrusión de la Iglesia en la vida pública y gastos desorbitados del Estado en plena crisis económica y financiera.
Ignacio Vicens, consciente de este malestar en un país con récord de paro, se defiende: la fiesta de Cuatro Vientos "cuesta cero", ya que las empresas constructoras OHL y FCC la han financiado.
Pero el evento en la plaza de Cibeles, en pleno centro de Madrid, "es más político", admite sin dar cifras.Los organizadores afirman que el coste de entre 50 y 60 millones de euros está autofinanciado, con un 30% pagado por las empresas. Pero esto es precisamente lo que critica el "foro de curas", que agrupa a unos cien sacerdotes de Madrid.
"Para hacerla posible, ha sido necesario un pacto con las fuerzas económicas y políticas que refuerza la imagen de la Iglesia como institución privilegiada y cercana al poder, con el escándalo social que ello supone, particularmente en las circunstancias actuales", lamenta.
También te puede interesar