Los alimentos que debemos esquivar en verano
A falta de 'operación bikini', lo mejor es no consumir una serie de alimentos que harán de septiembre la 'operación escombro'
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La crisis del coronavirus ha hecho que nuestra vida se pare por completo. Las rutinas diarias han quedado durante meses en el baúl de los recuerdos y lo peor de todo es que, para muchos, siguen ahí cogiendo polvo a modo de sedentarismo.
Durante el estado de alarma, los paseos se han convertido en maratones televisivos, la tableta de chocolate no se ha lucido, se ha comido y la ansiedad por llegar bien al verano se ha transformado en la ley del menor esfuerzo hacia la despensa. Ahora bien, la "operación escombro" puede aún evitarse en septiembre. Son muchos los alimentos que, a falta de actividad física, se pueden reducir o abolir definitivamente de nuestra dieta diaria en los meses de verano.
Las altas temperaturas, la dejadez y el desánimo nos acompañan y la tensión es protagonista por su ausencia. Aunque el gazpacho y los refrigerios son las estrellas en mesa y mantel, desde Diario de Sevilla, aconsejamos evitar una serie de alimentos que pueden hacernos engordar otros kilos de más, elevar el colesterol o darnos algún que otro disgusto en los análisis postvacacionales.
En estos alimentos está el demonio
Aunque una dieta equilibrada debe mantenerse durante todo el año, en verano las personas salen optar más por disfrutar sin miramientos y sacar el máximo partido a la felicidad de las vacaciones antes de volver a los puestos de trabajo. Aún así, no está de más cuidarse un poco, empezando por evitar estos alimentos:
Café
El organismo es sabio y el café puede producir que nuestra temperatura corporal aumente o que lleguemos a deshidratarnos. Para aquellas personas que se les pegan las sábanas, lo mejor es tomarlo frío, con hielo y a primera hora de la mañana.
Bebidas energéticas
Estas bebidas siguen el mismo camino que el café. Durante la época estival, esas bajadas de tensión o los síntomas de hastío suelen combatirse con esta bebida que, en algunos casos, puede provocar palpitaciones y alteraciones del sueño.
Helados industriales
Los helados son un arma perfecta para bajar unas décimas la temperatura corporal. Aún así, no todos los helados son recomendables. Para los especialistas, es mejor que se consuman artesanales o caseros y dejar de lado los industriales, aquellos que contienen más propiedades negativas.
Alcohol
El imposible de la dieta saludable. Un par de cervezas o una copa de vino no está de más en una comida basada en la dieta mediterránea, pero la sobremesa suele estar llena de bebidas de alta graduación que son muy negativas para la salud. El alcohol y las altas temperaturas no son una buena combinación ya que los líquidos que perdemos gracias al trabajo del hígado, pueden llevarnos a la deshidratación.
Picante y especias
Todo gira en torno a la deshidratación. Las especias y sobre todo las picantes, pueden hacernos mucho daño al estómago durante el verano, al igual que puede llevarnos a la deshidratación. Lo mejor es no salirse de los añadidos de toda la vida y, a ser posible, todos 100% naturales.
Embutidos
El oasis de preparar la comida con una cerveza helada y un par de rodajas de chorizo. Pues bien, los embutidos provocan que hagamos una digestión más lenta y con ello que aumente nuestra temperatura corporal. Por tanto, si sustituimos esas rodajas por un tomate aliñado, la perfección habrá llegado a la mesa.
Alimentos fritos
la realidad es que la comida frita no le hace ningún bien a tu organismo, te hará sentir cansado/a y además, pueden hacer que tengas gases. En lugar de tomar aperitivos fritos opta por peinillos, queso, zanahorias, apio... mejor opciones más saludables para tu salud.
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