La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
La violencia obstétrica es un tema espinoso y de máxima actualidad en nuestro país. Hay un gran debate social entorno a el correcto uso de "violencia obstétrica" y si debe regularse o no. Es tan grande el debate que ha llegado hasta el Congreso, lo que ha desencadenado fuertes quejas por una parte del sector médico; el Ministerio de Igualdad tiene intención de incluir este tipo de violencia como 'violencia machista', en la reforma de la Ley del Aborto. El sector en contra de esta inclusión defiende que la mala praxis en los partos son negligencias médicas más, que ya están penadas y que deben seguir persiguiéndose sin confundirse con la violencia sexista. Para entender ambas partes, debemos conocer en qué consiste esta violencia y a quién afecta.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), “La violencia obstétrica se define como una forma específica de violencia ejercida por profesionales de la salud (predominantemente médicos y personal de enfermería) hacia las mujeres embarazadas, en labor de parto y el puerperio. Constituye una violación a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres (OMS 2020)”. Esta definición lleva a la FAME (Federación de Asociaciones de Matronas de España) a manifestarse en contra de este tipo de violencia, afirmando que "se ejerce contra los derechos humanos de las mujeres por serlo (por ello es violencia de género) y va contra su dignidad e integridad, con el agravante de la especial vulnerabilidad que se da en las circunstancias que rodean a la reproducción." La UNESCO añade: "La violencia obstétrica no daña sólo a la mujer, pues también degrada a los profesionales que la ejercen, y va contra su propia ética y su dignidad".
Algunos ejemplos de violencia en obstetricia en las prácticas generales son:
En la práctica, estos son algunos ejemplos de lo que se puede considerar violencia obstétrica:
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