La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
El VPH genital es un virus común que se transmite de persona a persona por el contacto directo con la piel durante la actividad sexual. Se calcula que la mayoría de las personas sexualmente activas contraerá el VPH en algún momento de su vida, aunque la mayoría de ellas ni siquiera lo sabrá. La infección por el VPH es más frecuente al final de la adolescencia y a comienzos de los veinte años.
Según los estudios, existen unos 40 tipos de VPH que pueden infectar las zonas genitales de los hombres y las mujeres. La mayoría de los tipos de VPH no causan síntomas y tienden a desaparecer por sí mismos. Pero algunos, persistentes y agresivos, pueden causar cáncer de cuello uterino en las mujeres y otros cánceres menos frecuentes como los de ano, pene, vagina, vulva y orofaringe (parte posterior de la garganta, incluidas la base de la lengua y las amígdalas).
En Estados Unidos, por ejemplo, cada año cerca de 12.000 mujeresreciben un diagnóstico de cáncer de cuello uterino y unas 4.000 mueren por causa de esta enfermedad.
Otros tipos de VPH pueden causar verrugas en el área genital del hombre y de la mujer llamadas verrugas genitales. Estas verrugas no son mortales, pero sí pueden causar estrés emocional y su tratamiento puede ser muy incómodo. Las estadística indican que casi el 1% de los hombres y mujeres que tienen relaciones sexuales en este país tienen verrugas genitales en algún momento de sus vidas.
Los expertos recomiendan que las niñas de 11 a 12 años de edad reciban dos dosis de la vacuna contra el VPH para estar protegidas contra los cánceres causados por este virus. También se recomienda para las niñas y mujeres entre 13 y 26 años que todavía no hayan recibido la vacuna o completado todas las dosis; la vacuna contra el VPH también se puede administrar a niñas de 9 años de edad en adelante. Para obtener más información sobre las recomendaciones, puedes consultar este enlace.
Lo ideal es que las mujeres reciban esta vacuna antes de que comenzar su actividad sexual y, por tanto, antes de estar expuestas al virus. Las mujeres sexualmente activas también se pueden beneficiar de la vacuna pero en menor medida. Esto se debe a que ya pueden haber estado expuestas a uno o más de los tipos de VPH contra los que protege la vacuna.
En cuanto a la protección, las investigaciones indican que la protección que ofrece la vacuna es de larga duración. Los estudios actuales que han hecho seguimiento por seis años a personas vacunadas, no muestran evidencia de que la protección disminuya con el tiempo.
En la actualidad no se recomienda la vacuna contra el VPH para las mujeres mayores de 26 años. Los ensayos clínicos han revelado que, por lo general, esta vacuna protege muy poco o no ofrece protección a las mujeres a partir de esta edad. La mejor manera en que las mujeres mayores de 26 años pueden prevenir el cáncer de cuello uterino es haciéndose las pruebas de detección, según se recomienda.
Tampoco está recomendada para las mujeres embarazadas. Los estudios realizados hasta ahora demuestran que la vacuna contra el VPH no causa problemas para los bebés nacidos de mujeres que recibieron la vacuna cuando estaban embarazadas, pero todavía se necesita más investigación. Las mujeres embarazadas no deben recibir ninguna dosis de la vacuna contra el VPH hasta que el embarazo llegue a su término.
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