El caso de Shane Warne y el peligro de las dietas extremas para el corazón

Shane Warne, reconocido deportista australiano del mundo del críquet y considerado como uno de los mejores de la historia de este deporte, ha fallecido a la edad de 52 años según los informes preliminares de un ataque al corazón en Tailandia. Mediante un comunicado, su agente ha confirmado la trágica noticia: "Shane fue encontrado inconsciente en su villa y, a pesar de los mejores esfuerzos del personal médico, no pudo ser revivido".

El deportista se encontraba en Koh Samui de viaje y falleció tras terminar una dieta líquida considerada como extrema. Su muerte ha reabierto el debate sobre los peligros de este tipo de dietas.

La amenaza de las dietas extremas

Shane Warne, según la información publicada por el medio 'Daily Mail', acaba de concluir una dieta líquida extrema, la cual provoca un riesgo considerable de sufrir ataques cardíacos, debido a que someten al corazón a presiones adicionales en determinadas circunstancias. Tal y como explica el profesor Garry Jennings en el citado medio "en su mayoría, estos riesgos se suman a un problema cardíaco subyacente, no surgen de la nada. Dudo que puedan causar un problema cardíaco solos".

Warne alcanzó gran popularidad como leyenda del críquet y saltó a la escena pública cuando comenzó una relación sentimental con la actriz Elizabeth Hurley, la cual le ha dedicado unas palabras en su red social de Instagram, junto a varias instantáneas de ambos: "Siento que el sol se ha ocultado detrás de una nube para siempre. DEP mi amado corazón de león".

Una dieta líquida consiste básicamente en un plan alimenticio que asegura un rápido descenso de peso en muy poco período de tiempo con gran eficacia. De hecho, se pueden llegar a perder hasta 3 kilos en tan solo dos días y son consideradas por muchos especialistas como 'dietas milagro'. Sin embargo, este tipo de planes pueden revertir grandes riesgos, especialmente a aquellas personas que ya cuenten con problemas serios en su salud, como es el caso de Shane Warne. El deportista acababa de pasar el contagio por coronavirus, era fumador y contaba con varios problemas de salud.

En su periplo en Tailandia y como premio por haber superado esta peligrosa dieta líquida, Shane Warne optó por unas tostadas con Vegemite, una crema de untar australiana de gran popularidad que resultó ser su última comida. Warne ya habría intentado la 'medicina tradicional china' para conseguir reducir peso y su familia ha confirmado que seguía de forma periódica las dietas de té en ayunas de 30 días. Su fallecimiento vuelve a poner el foco en una de las prácticas más extendidas y practicadas por gran parte de la población, las dietas extremas, cuya peligrosidad puede ser mortal.