El SARS-CoV-2 evoluciona para transmitirse mejor por el aire
Hasta el momento, la hipótesis más sostenida e investigada de la principal ruta de transmisión del Covid-19 se asienta en la transmisión aérea, un término que combina tanto la transmisión por gotitas grandes como por aerosoles.
Un estudio titulado 'Increased aerosol transmission for B.1.1.7 (alpha variant) over lineage A variant of SARS-CoV-2' en su versión original ('Mayor transmisión de aerosoles para B.1.1.7 (variante alfa) sobre el linaje A variante de SARS-CoV-2' en español) ha puesto de relevancia la eficiencia relativa de la transmisión por aerosol de dos variantes de SARS-CoV-2, B.1.1.7 (alfa) y linaje A, en el hámster sirio.
En el citado análisis, se diseñó y validó una nueva configuración de caja de transmisión, que permitió evaluar la eficiencia de la transmisión a varias distancias. Por ejemplo, a 2 metros de distancia, solo las partículas con menos de 5 micrómetros atravesaron las jaulas.
Sin embargo, la variante alfa superó a la variante del linaje A en una cadena de transmisión aérea después de una infección mixta de los donantes. Combinados, estos datos indican que la dosis infecciosa de la variante alfa requerida para una transmisión exitosa puede ser menor que la del virus del linaje A. La prueba experimental de la verdadera transmisión de aerosoles y el aumento en el potencial de transmisión de aerosoles de alfa subrayan la necesidad continua de evaluación de nuevas variantes y el desarrollo o estrategias preventivas de mitigación de la transmisión.
En este caso, se ha demostrado que el contacto directo y la transmisión aérea son eficaces en el modelo de hámster sirio para el SARS-CoV-2. Sin embargo, la verdadera transmisión por aerosol del Covid-19 solo debe incluir partículas de menos de 5 micrómetros en distancias más largas y en ausencia de cualquier otra vía de transmisión potencial, como el contacto directo.
Para determinar si el coronavirus puede transmitirse con éxito a través de aerosoles, los científicos diseñaron y validaron un sistema de jaula para estudiar la relación entre el tamaño de partícula y la distancia. El diseño consistió en dos jaulas para roedores conectadas a través de un tubo de conexión que permitía el flujo de aire, pero sin contacto directo con el animal.
A mayor distancia, menor trasmisión
La reducción de partículas dependía del tamaño y la distancia. A una distancia de 16,5 cm entre jaulas, se observó una exclusión de tamaño relativamente limitada de las partículas generadas; 6,9% de partículas de entre 5 y 10 micrómetros y el 42,8% de partículas de 10 micrómetros no viajaron a la jaula centinela.
A una distancia intermedia de 106 cm entre jaulas, se observó una mayor reducción del número de partículas y exclusión de tamaño, de modo que el 70% de partículas menores de 5 micrómetros no atravesaron la jaula centinela y no se detectaron partículas 10 micrómetros. Por tanto, mientras que en la jaula del donante, el 4,86% de las partículas detectadas eran menores de 5 micrómetros, en comparación el perfil de partículas en la jaula centinela contenía solo un 2% de este tipo de partículas.
En una distancia más larga de 200 cm, se observó una exclusión de tamaño casi completa de partículas 5 micrómetros, de modo que un 95% de las partículas de entre 5 y 10 micrómetros no atravesaron y no se detectaron partículas en la jaula centinela.
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