Rescatan los primeros cuerpos del avión siniestrado en el Atlántico

Dos cuerpos y una poltrona del color azul que identifica a Air France fueron rescatados ayer por la Marina de Brasil en el Atlántico, y suponen la primera evidencia palpable del desastre ocurrido con el avión que desapareció el pasado domingo.

"Durante la mañana hubo confirmación del rescate en el mar de algunas piezas y cuerpos que pertenecían al Airbus desaparecido", que había partido de Río de Janeiro hacia París con 228 personas a bordo, según dio a conocer en una rueda de prensa el coronel del Ejército brasileño Jorge Amaral.

El portavoz militar precisó que se trata de dos cuerpos de sexo masculino no identificados, y de objetos que se presume que pertenecían a dicho avión, como una poltrona del mismo color azul que utiliza la empresa francesa, con el número de serie 237011038331-0.

También fueron recogidos en alta mar una bolsa de cuero con un billete de Air France dentro, una mochila que contenía un ordenador portátil y una cartera con un certificado de vacunación, que se cree que pertenecían a algunos de los pasajeros.

Amaral explicó que el número de serie de la poltrona le ha sido transmitido a Air France, a fin de que la empresa confirme o no si pertenecía al Airbus A330-200 que desapareció en medio del océano, aunque todos los indicios llevan a presumirlo. Según el coronel, existen informaciones de que también "están siendo recogidas máscaras de pasajeros y otros materiales", aunque declinó hacer más precisiones.

El portavoz dijo que los restos fueron hallados en los límites de la zona en que se han concentrado las búsquedas, que comenzaron el pasado lunes, tras confirmarse que el avión había desaparecido de los radares al filo de la medianoche del domingo.

El lugar del impacto se calcula en un lugar próximo a las islas de Sao Pedro y Sao Paulo, unos peñascos deshabitados situados a unos 704 kilómetros del archipiélago brasileño de Fernando de Noronha y a 1.296 kilómetros de Recife.

En torno a ese punto, se ha trazado un radio de 220 kilómetros, área en la que ayer estaban operando nueves buques aviones, además de un Falcon 50 y un Atlantic Rescue D franceses, así como un avión de patrulla marítima P-3C Orion de Estados Unidos. En la zona operaban asimismo buques militares de Francia y Brasil, además de navíos mercantes de distintas banderas.

Los cuerpos y los objetos fueron rescatados por la tripulación de la corbeta brasileña Caboclo y, según las previsiones, iba a ser trasladados a la fragata Constitución, que estaba previsto que se desplazara hacia un punto a unos 600 kilómetros de Fernando de Noronha, donde serían recogidos por un un helicóptero.

"La previsión es que esos cuerpos lleguen a Fernando de Noronha durante la mañana del domingo", indicó el vicealmirante Edison Lawrence, comandante del Tercer Distrito Naval de Brasil.

Los trabajos de identificación de los cuerpos, sin embargo, se llevarán a cabo posteriormente en Recife, donde el Ministerio de Defensa de Brasil ha instalado su principal base de operaciones, que cuenta incluso con cámaras frigoríficas para depositar los cadáveres.

Durante los dos últimos días, médicos de las Fuerzas Armadas han recogido muestras genéticas de los familiares de las víctimas que se encuentran en Río de Janeiro, a fin de acelerar la identificación de los restos que sean recuperados.

Los parientes de los pasajeros del avión fueron informados antes de que la noticia del hallazgo fuera comunicada a la prensa, tal como acordaron las autoridades brasileñas y francesas. Según el coronel Amaral, "es una noticia triste, pero que da un cierto alivio, porque pone fin a la angustia de las familias".

También trascendió ayer que el Airbus A330-220 desaparecido en aguas del Atlántico envió hasta 24 señales de anomalías en sus sistemas en los cuatro minutos previos a que saliera de la zona de seguimiento por radar, según informaron los investigadores franceses, que también dijeron que aún "es demasiado pronto para conocer las causa del accidente".