El parqué
Avances desiguales
El estado de alarma declarado por el Gobierno por la propagación del coronaviruslimita mucho la vida diaria de los españoles, que sólo podrán estar en su casa, en el médico, en el trabajo o comprando productos de primera necesidad. Esto ha provocado que las calles estén vacías y el tráfico sea más fluido que nunca.
Las medidas tomadas por el Consejo de Ministros liderado por Pedro Sánchez atienden al objetivo de evitar al máximo el contacto entre humanos fuera del hogar. La vida social, entroncada en bares, cines o parques ha dejado lugar a personas asomadas a la ventana e iniciativas originales para amenizar los largos días en casa.
Solo se puede salir a la calle para ir o volver del trabajo, del supermercado, de la farmacia o con una mascota para que haga sus necesidades. Caminar acompañado está prohibido. Avenidas y calles que habituamente están repletas de transeúntes ahora se encuentran vacías y silenciosas. No hay saludos, no hay corrillos y no hay conversaciones en bancos o esquinas.
El Gobierno ha permitido que las clínicas veterinarias puedan abrir durante estos días de confinamiento. Al igual que los humanos pueden asistir a hospitales, los animales pueden hacerlo a sus respectivos sanitarios. Esto los convierte en uno de los colectivos protagonistas del decreto, pues dan la posibilidad a sus dueños de salir de los domicilios con relativa frecuencia.
La decisión de no cerrar las peluquerías fue una de las decisiones más comentadas tras el primer anuncio del bloque de medidas. Finalmente, el Gobierno ha decidido que cierren sus puertas y sólo ofrezcan sus servicios a domicilio, permitiendo que no cese su actividad laboral durante estas semanas.
Bares, restaurantes, centros comerciales, cines, pistas deportivas, tiendas, inmobiliarias, parques y un sinfín de establecimientos tienen cerradas sus puertas por orden gubernamental. El impacto económico de esta nueva realidad es uno de los retos a los que tiene que hacer frente el Gobierno.
Ni conciertos, ni espectáculos, ni toros, ni deporte. Todos los eventos programados para marzo y gran parte de los previstos para abril han anunciado su suspensión. Los festivales y competiciones se han suspendido o aplazado. Un imprevisto que afecta sobremanera en la intensa primavera que cada año se vive.
La Conferencia Episcopal permite asistir a misa, pero lo hace con el ruego de que los fieles se sitúen a un metro y medio de distancia entre ellos y eviten el contacto físico al dar la paz o entrar y salir del templo. Esto ha hecho que numerosos templos opten por retransmitir sus misas, teniendo especial éxito la tradicional misa de La 2, que ha batido récord de audiencia durante el pasado fin de semana.
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