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En el último mes, los pinchazos en las discotecas parecen haber aumentado como si de una moda se tratase. A las miles de formas que se han utilizado para someter a los más y las más jóvenes en las discotecas y, que se han estado viendo en los últimos años, se ha sumado la de los pinchazos. De echar burundanga en los vasos o soplar algún tipo de droga a la víctima, aparece en el ocio nocturno esta nueva forma de someter químicamente a alguien.
Normalmente, las víctimas de este tipo de ataques suelen dar positivo en en drogas, alcohol, ansiolíticos o fármacos sedantes, sin embargo en este nuevo método esto no ocurre. Aunque, la doctora Luisa García admite que "el hecho de que las sustancias no aparezcan en sangre no quiere decir que no hayan estado. Algunas desaparecen muy pronto del organismo".
Cada vez son más las denuncias que se escuchan por pinchazos en las discotecas y, las cifras y este aumento de denuncias durante las últimas semanas han hecho saltar las alarmas.
Las víctimas llegan a un estado de seminconsciencia después de sentir un pinchazo, normalmente en el brazo o pierna. Tras esto, empiezan a sentir mareos, a perder el equilibrio o a tener náuseas. Por el momento, en ninguno de los pinchazos por sumisión química se han producido robos o agresiones posteriores, como sí suele pasar con otro tipo de sustancias.
Según los expertos, las sustancias empleadas "no son extrañas" sino que utilizan cualquier químico que deprima el sistema nervioso central, altere el nivel de conciencia y consiga dejar a la víctima sin voluntad y sin capacidad de respuesta propia, es decir, convirtiéndolas en completas marionetas. Las sustancias más usadas están siendo ketamina, benzodiazepinas y éxtasis líquido.
Esta inquietud ha despertado en las redes sociales, donde, a través de testimonios y consejos sobre qué hacer en caso de ser víctimas, las personas los viralizan con el fin de que llegue al máximo número de personas posibles. Así por ejemplo, Antonio Gutiérrez, portero de discoteca y Tik Toker, explicaba a los jóvenes qué hacer en caso de sufrir un ataque de estas características. Esto lo hacía en referencia al testimonio que una chica daba a través de sus redes sociales en las que narraba que había sido pinchada en el muslo en una discoteca y que, diez minutos después, perdió la consciencia.
En España, según el Instituto Nacional de Toxicología una de cada tres violaciones se produce por sumisión química. Los datos oficiales del Ministerio del Interior cifran desde el 2019 que ha habido 162 los casos de agresiones sexuales perpetradas mediante sumisión química. Por el momento, los debidos a pinchazos se creen que son más los testimonios que las denuncias puestas.
Si en algún momento se nota un pinchazo, los expertos recomiendan actuar de la siguiente manera:
Además, desde Ágora (consultora que ofrece formación de género), recomiendan “que no se cambien de ropa ni se duchen, porque estas drogas tienen un recorrido corto en sangre, pero quizás en la ropa puede quedar algo que ayude a esclarecer la situación".
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