Pasar por el espacio puede hacer que esta botella de vino cueste un millón de dólares
Un Petrus, cosecha del 2000, de la denominación de origen Pomerol, ha pasado más un año envejeciendo en la órbita de la Tierra
Christie's subasta la botella a un precio estimado de unos 830 000 euros
El 20 de julio de 1969 la misión norteamericana Apolo 11 colocó a los primeros hombres en la Luna: el comandante Neil Armstrong y el piloto Edwin F. Aldrin. No se trataba simplemente de ejecutar una misión que les imponía Estados Unidos. Llevaban sobre sus hombros el deber de cumplir el sueño de millones de personas de toda la Tierra, que esperan ilusionadas el desenlace de su aventura.
Cuando Neil Armstrong, agarrado a la escalera con su mano derecha, extendió su pie izquierdo hacia delante y lo hundió ligeramente en el polvo lunar, pronunció una frase que resonará en la historia durante décadas, quizá siglos. "Es un pequeño paso para el hombre; un gran salto para la humanidad".
Desde entonces estar en la órbita de la Tierra se ha convertido en una aspiración para el ser humano. Millones de personas en el Mundo sueñan con esos 'viajes prometidos' en plan vacaciones a Benidorm pero de la Tierra a la Luna. Y algunos se las ingenian para sacarle rendimiento económica a la 'vida' en el espacio.
Este es el caso de de dos empresas europeas, Space Cargo Unlimited (SCU) y el grupo vitivinícola de origen francés Mercier, que idearon mandar al espacio una botella de uno de los mejores vinos del mundo para medir el potencial de la agricultura extraterrestre, y la resistencia de la vid al cambio climático, y ahora van camino de recoger los frutos de esta nuevo reto conseguido en forma de subasta astronómica en Christie's.
A menudo el trabajo de los astronautas de la Estación Espacial Internacional permanece oculto. Como ha pasado con esta botella de Petrus, cosecha del 2000, de la denominación de origen Pomerol, que ha pasado más un año envejeciendo en la órbita de la Tierra y que la casa Christie's ha sacado a subasta a un precio estimado de unos 830 000 euros.
Algo fascinante para la investigación
El hecho es que expertos de la Universidad de Burdeos, una de las más prestigiosas del mundo en el terreno vinícola, han participado en una cata a ciegas, y aseguran haber detectado algunos cambios de color, aroma y gusto, respecto a las botellas terrestres, por lo que el valor de la botella se ha multiplicado y abre el camino a que se intenten nuevas experiencias de este tipo en el futuro.
"El afortunado comprador no sólo se va a llevar una excelente botella de Petrus que ha envejecido durante 14 meses en la Estación Espacial Internacional sino una botella de más allá de la Tierra, algo fascinante comparando el sabor de ambos vinos. Y además contribuir a financiar esta fantástica investigación agrícola", ha explicado el director del departamento internacional de vinos y licores en Christie's, Tim Triptree.
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