Parkinson: primeros síntomas, diagnóstico y tratamiento
La enfermedad tiene una prevalencia del 2 % en mayores de 65 años y del 4 % en mayores de 85 años tan solo en nuestro país
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La enfermedad del Parkinson ya cuenta con el segundo diagnóstico más frecuente entre personas mayores de 65 años, solo superada por el Alzheimer. Las estimaciones apuntan a que alrededor de 10 millones de personas a nivel global la padecen; teniendo una prevalencia del 2% en mayores de 65 años y del 4% en mayores de 85 años tan solo en nuestro país.
Esta enfermedad de carácter progresivo afecta al movimiento y pertenece al sistema nervioso, siendo la aparición de sus síntomas de forma escalada. Los temblores son uno de los más característicos de esta afección.
Enfermedad del Parkinson: síntomas, diagnóstico y tratamiento
De forma general, uno de los primeros síntomas del Parkinson es la aparición de temblores en una sola mano que, en numerosas ocasiones, suelen ser casi imperceptibles. La enfermedad suele ir también acompañada de rigidez o disminución del movimiento. No obstante, cabe destacar que los síntomas son diferentes para cada paciente. Estos pueden dar inicio tan solo en un lado del cuerpo, trasladándose al lado contrario hasta que llegan a quedar afectados ambos lados.
Los temblores dan comienzo en una extremidad, ya sea mano o dedos, llegando a temblar incluso cuando se está en completo reposo. Otro de los signos de la enfermedad es la bradicinesia, nombre con el que se conoce a la lentitud de los movimientos. El Parkinson puede ralentizar los movimientos provocando que las tareas habituales conlleven más tiempo o dificultad, puede llegar a afectar incluso a la hora de caminar. Esto también acarrea rigidez muscular, lo que se traduce en mayor dolor y menor amplitud del movimiento.
El equilibrio y la postura también se ven afectados así como la pérdida de movimientos automáticos, reduciendo la capacidad de los movimientos involuntarios como parpadear. La enfermedad también lleva a muchos pacientes a cambios en el habla o en la escritura. Las causas más frecuentes del Parkinson se encuentran en la genética, dado que existen variaciones que pueden incrementar el riesgo de padecer la enfermedad. La edad o el sexo también pueden ser determinantes, siendo los hombres mayores de 65 años más propensos a desarrollar la enfermedad del Parkinson.
En la actualidad no existe ninguna prueba específica para la detección del Parkinson. No obstante, son los neurólogos los encargados de su diagnóstico mediante análisis de síntomas, exploraciones físicas y neurológicas y antecedentes médicos. A pesar de ser una de las enfermedades más extendidas entre los mayores de 65 años, el Parkinson no cuenta a día de hoy con cura. Sin embargo, existen numerosos medicamentos desarrollados específicamente para controlar sus signos y en un gran número de casos mejoran la calidad de vida de los pacientes. Estos tratamientos pueden ayudar a controlar los movimientos, los temblores e incluso los problemas al caminar. También es muy recomendable la fisioterapia y los especialistas en el lenguaje y el habla.
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