El Papa pide "perdón para el pecador" e "intransigencia con el pecado"
"Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra", leyó Benedicto XVI durante el Ángelus.
Ciudad del vaticano/El Papa Benedicto XVI ha pedido en el Ángelus dominical que ha presidido en la Plaza de San Pedro "perdón para el pecador, intransigencia con el pecado". Así, expresó una vez más sus profundas disculpas a las víctimas de los casos de pederastia que han sacudido principalmente la Iglesia Católica de Irlanda. Además, aludió a un pasaje bíblico del Evangelio de San Juan, que reza 'Quien de ustedes esté libre de pecado, que tire la primera piedra'.
El Santo Padre recomendó a los fieles en su homilía que sean "intransigentes con el pecado", pero "indulgentes con las personas". "La misericordia de Dios es expresión de su inmenso amor, no condena al pecador, a ningún hombre o mujer, sino que exige retomar constantemente el camino de la reconversión a Él usando como herramienta especialísima el Sacramento de la Reconciliación", sentenció.
Del mismo modo, Benedicto XVI aludió al pasaje bíblico del Evangelio de San Juan para reflexionar sobre la mujer que es encontrada en adulterio y llevada luego ante Jesús por parte de los fariseos, para "ponerlo a prueba". "Los acusadores hipócritas fingen confiarle el juicio, cuando en realidad es a Él mismo a quien acusan y juzgan. (...) ¿Y cuál es su sentencia? 'Quien de ustedes esté libre de pecado, que tire la primera piedra'", recordó el Papa. Afirmó igualmente que Dios desea para todos "el bien y la vida". "ÉL da la salud a nuestra alma por medio de sus ministros, liberándonos del mal con el Sacramento de la Reconciliación, para que ninguna se pierda, sino que todos tengan modo de convertirse", explicó. Estas palabras del Papa surgen después de los escándalos que han sacudido la Iglesia Católica de Irlanda, entre otras, sobre abusos sexuales a menores de edad.
Se trata de su primera homilía tras la pastoral en la que expresó sus más profundas disculpas a las víctimas de los casos de pederastia. En declaración pública, anunció que emprenderá una investigación formal de las diócesis irlandesas afectadas por los casos y aseguró que sentía "vergüenza y remordimientos" por el sufrimiento experimentado por las víctimas de estos abusos. "Me perturba la información que ha salido a la luz sobre el abuso de niños y jóvenes vulnerables por los medios de la Iglesia en Irlanda, en particular por los sacerdotes y religiosos", escribió el Papa.
"Sólo puedo compartir la consternación y la sensación de traición que tantos de vosotros habéis experimentado al conocer estos actos criminales y pecaminosos y la forma en la que las autoridades eclesiásticas en Irlanda han manejado esta cuestión", aseguró y añadió: "Sé que nada podrá deshacer el mal que habéis sufrido. Vuestra confianza ha sido traicionada, y vuestra dignidad violada. Muchos de vosotros os habéis dado cuenta de que, cuando habéis reunido el valor para hablar, nadie os ha escuchado".
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