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El Papa pedirá a los jóvenes que no tengan miedo a descubrir a Cristo

Jornada mundial de la juventud

Benedicto XVI llega el jueves por tercera vez a España desde el inicio de su pontificado · Joseph Ratzinger es un eminente intelectual que destacó al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe

Benedicto XVI, fotografiado la semana pasada en su retiro veraniego de Castelgandolfo, a las afueras de Roma.
Juan Lara (Efe) · Ep / Roma ·Madrid

14 de agosto 2011 - 01:00

El próximo jueves aterrizará en España Benedicto XVI, el 265 Pontífice de la Iglesia Católica que durante su Pontificado ha promovido el diálogo con otras religiones, que advirtió, cuando era todavía cardenal, de los problemas del secularismo y que ha promovido la nueva evangelización en Occidente.

Benedicto XVI pedirá a los cientos de miles de jóvenes con los que se reunirá en Madrid que no tengan miedo a descubrir a Cristo y denunciará el relativismo y la cultura que tiende a excluir a Dios de la sociedad.

El pontífice espera que la cita de Madrid dé un impulso decisivo a la evangelización de las nuevas generaciones, especialmente en Europa, continente que vive una fuerte secularización y que según él debe volver a encontrar sus raíces cristianas.

En un momento en que Europa tiene que volver a encontrar sus raíces cristianas, hemos fijado nuestro encuentro en Madrid bajo el lema Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe", escribió en su mensaje el Papa, que invitó a todos los jóvenes a vivir la experiencia.

Ratzinger recordó sus años de juventud y señaló que al igual que entonces, los jóvenes actuales no quieren perderse en la vida aburguesada y que cada ser humano, "hecho a imagen de Dios aspira al amor, a la alegría y a la paz y que por ello es un contrasentido pretender eliminar a Dios para que el hombre viva".

Precisamente, Benedicto XVI pidió a los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Sidney en 2008 que fueran "profetas de esta nueva era, mensajeros de su amor, capaces de atraer a la gente hacia el Padre y construir un futuro de esperanza para toda la humanidad".

Así, el Pontífice recordó que la Iglesia tiene el deber de "presentarse ante el mundo contemporáneo con un impulso misionero capaz de promover una nueva evangelización" y advirtió de los problemas de la secularización de Occidente.

Joseph Alois Ratzinger nació en Marktl am Inn, en la diócesis de Passau (Alemania) el 16 de abril de 1927, siendo el más pequeño de los tres hijos de Joseph y Maria Ratzinger. En 1939 inició sus estudios en el seminario menor de Traunstein, aunque tuvo que abandonarlo por la movilización militar causada por la II Guerra Mundial. Recomenzó sus estudios en 1946 en la Escuela superior de Frisinga y en la Universidad de Munich hasta 1951.

Ratzinger fue ordenado sacerdote junto con su hermano Georg el 29 de junio de 1951 en la catedral de Múnich por el entonces cardenal Michael von Faulhaber y posteriormente inició su actividad como profesor en la Escuela Superior de Frisinga. Poco después fue nombrado catedrático en la Universidad de Ratisbona.

Entre 1962 y 1965, el profesor Ratzinger participó como experto en el Concilio Vaticano II, como teólogo consultor del arzobispo de Colonia, el cardenal Joseph Frings. Durante el Concilio, demostró la necesidad de abrir el diálogo con otras religiones y fue uno de los impulsores de la famosa declaración Nostra Aetate, en la que se insiste en la importancia de recuperar el diálogo con las religiones no cristianas, principalmente judíos y musulmanes.

Pablo VI nombró como arzobispo de Munich al profesor Joseph Ratzinger en 1977 y lo eleva a la dignidad del cardenalato. El recién nombrado cardenal Ratzinger elige como lema episcopal Colaborador de la verdad, que expresa su voluntad de "seguir a la verdad y estar a su servicio".

En varias de sus obras, el cardenal Ratzinger advirtió sobre los problemas del secularismo en Occidente y principalmente en Europa y aseguró que "la verdad" era "el más importante deseo" de su vocación, según describiría en su libro-entrevista La sal de la Tierra, escrito conjuntamente con el periodista Peter Seewald.

Así, siendo ya Papa invitó a Europa a "reconciliarse con sus propias raíces cristianas, que son fundamentales para comprender el papel que ha tenido, que tiene y que quiere tener en la historia" en su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de 2011.

El cardenal Ratzinger fue arzobispo de Munich desde 1977 hasta 1981, año en que el nuevo Papa Juan Pablo II le nombró prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe, uno de los dicasterios más influyentes del Vaticano.

Como Prefecto de la Congregación, el entonces cardenal Ratzinger fue el promotor del motu proprio Sacramentorum Sanctitatis tutela publicada por el Papa Juan Pablo II en el año 2001 por el cual se incluía el abuso de menores dentro de los delitos canónicos más graves.

El 19 de abril de 2005, el cardenal Ratzinger subió al solio Pontificio como el 265 Pontífice de la Iglesia Católica bajo el nombre de Benedicto XVI. Ante miles de peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, el nuevo Papa se definió como "un humilde servidor de la viña del Señor".

Durante el año 2010, ya como Pontífice, Benedicto XVI tuvo que enfrentarse a los casos de abusos sexuales que salieron a la luz ése mismo año en países como Irlanda o Bélgica. Además, la Congregación para la Doctrina de la Fe exhortó el pasado mes de abril a los obispos de todo el mundo a que redactaran unas líneas guía para tratar estos casos dentro de las diócesis, que deben ser enviadas al Vaticano antes de mayo de 2012 para una revisión.

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