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alimentación y estilo de vida
Especialistas en dietética y nutrición alertan de algunos nuevos hábitos alimentarios sin base científica que comienzan a popularizarse
Barcelona/La Psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE) estudia la relación entre el sistema nervioso central y el sistema inmunitario. A pesar de ofrecerse en un curso de posgrado de la Universidad de Barcelona, los argumentos que la fundamentan se encuentran en fase experimental con modelos animales (como ratas de laboratorio) y en células.
"Por tanto, falta mucho hasta que se pase a la práctica clínica con humanos. Y la PNIE pasa así a ser una pseudociencia, porque no se cumplen las diferentes fases de investigación que se requiere", advierte Nancy Babio, presidente de Codinucat.
De este modo, como recalca, no se puede hacer ninguna terapia nutricional en este campo, ya que puede llegar a ser peligrosa al tratarse de dietas restrictivas. Por ejemplo, se retira el gluten, algo que solo debe de hacerse en celiacos o en personas intolerantes al gluten que no sean celíacos.
"No podemos indicar una dieta de exclusión a una persona de la que no sabemos si no tiene la enfermedad celíaca. Porque la enfermedad celíaca se tiene que diagnosticar y, muchas veces, es solo la punta del iceberg: el 1% de la población tiene la enfermedad celíaca, pero hay un porcentaje mucho mayor que no vemos y que, en algún momento, puede desarrollarla (incluso en adultos). Y, en muchas ocasiones, por esta pseudomedicina, podemos tardar hasta siete años en diagnosticarla por estos gurús que retiran el gluten a los pacientes", señala Babio.
Este naciente ámbito fue uno de los elementos analizados ayer en unas jornadas organizadas por el Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Cataluña (Codinucat), en colaboración con otras instituciones. Esta actividad, celebrada en Barcelona, sirvió para hacer hincapié en los riesgos y peligros de los tratamientos sin base científica". En ella, se repasaron varios de los bulos más recientes relacionados con la nutrición y que ahora se extienden con más facilidad. Entre ellos, existe también otra premisa sin rigor científico que señala que si una persona tiene el dedo anular más largo que el dedo índice, presenta niveles elevados de estrógenos que obligan a dejar de consumir leche.
Los controles de la Unión Europea desmienten que la leche tenga estrógenos. También, supuestamente, el tamaño de la mandíbula indica el exceso o no de estrógenos, otra afirmación falsa.
Otro tratamiento sin base científica relaciona la aparición de migrañas con el déficit de una enzima llamada DAO. Y, tomando un complemento alimenticio que la incluye, se acabarían con estos dolores de cabeza. De nuevo, reitera la experta, "no hay ninguna evidencia científica que sostenga esta relación: es una mezcla de falsas y medias verdades y pequeñas mentiras que terminan embaucando a la persona".
Por ejemplo, las alteraciones que experimentan las mujeres la semana premenstrual (o las ganas de comer dulce que aparecen en ese periodo) se achacan al déficit de la enzima DAO.
"Y no es así, son normales, no se deben a ningún déficit DAO ni a ninguna enfermedad, las tenemos todas las mujeres. En realidad, hasta el momento, no hay ninguna evidencia científica que sostenga esta relación", recalca.
Babio considera grave que haya unas supuestas clínicas que dicen ser especialistas en este ámbito, cuando no existe ninguna especialidad. "En las migrañas, el especialista es el neurólogo y, dentro de la neurología, hay sub-especialistas en migrañas. En España hay únicamente 21 y uno de ellos -el doctor Roberto Belvis- ha participado en la jornada", añade.
Babio reivindica la figura del dietista-nutricionista como profesional sanitario que se basa en la ciencia. "La ciencia falsa proporciona fantasías sobre la curación de las enfermedades y nosotros tratamos en función de la evidencia científica publicada. Porque, si no se ha publicado, no existe", sentencia.
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