Mascarillas caseras: fabricación, uso y eficacia
Mascarillas
La falta de EPI, Equipos de protección Oficial, para sanitarios y uso personalizado, entre los que por supuesto se encuentran las mascarillas, está consiguiendo que muchos ciudadanos elaboren sus propio material debido al coronavirus. Sin embargo, avisan los expertos, reconociendo la falta de material homologado en el mercado, no vale hacer las mascarillas de cualquier manera ni con cualquier material.
En todo caso, en un movimiento sin precedentes en España, hay que reconocer que centenares de empresas (dedicadas a ello o no) están realizando un gran esfuerzo en la producción de material esencial, por lo que, con el objetivo de facilitar que esa producción se haga con la calidad, seguridad y rapidez adecuada para que esté disponible, la Asociación Española de Normalización (UNE), ha facilitado el acceso gratuito a numerosas normas técnicas, esto es, documentos que describen procesos esenciales para la fabricación desde las mascarillas hasta los paños y sábanas quirúrgicas, pasando por guantes u otra ropa de protección.
¿Qué tejidos podemos utilizar para nuestras mascarillas?
Sin embargo, si de lo que hablamos es de un uso personalizado, la directiva europea no es clara en relación al tipo de tejidos que se deben utilizar si lo que queremos realizar es una mascarilla casera. El que mejores resultados ofrece se conoce como "tejido no tejido", TNT, fabricado con polímero fundido que da lugar a un entramado muy tupido que sirve como filtro sin permitir que el virus COVID-19 traspase.
No obstante, por recomendable que sea, está claro que no lo solemos tener ese material en casa, por lo que una posibilidad más cercana a la realidad es utilizar tejidos hidrófugos, es decir, los que expulsan la humedad. Podrían ser 'toallitas' de bebé secas, las de limpiar las gafas o, quizá, fundas de cojín. Aunque, otro material que también podemos tener muy a mano sería el de las camisetas 100% algodón o tejidos mezclados, por su eficacia de filtrado y de adaptación a nuestro rostro.
Otras opciones, de más eficacia para hacer nuestra mascarilla, ante la falta de una homologada, sería las bolsas de aspiradora al vacío, los trapos de la cocina o las fundas de almohada antimicrobianas. Tejidos, en suma, que transpiren, pero tampoco sean muy porosos.
Ni que decir tiene que, antes de coser las mascarillas, as manos desinfectadas y con guantes, al igual que el propio equipo (con gel o alcohol).
Comodidad y atención
Aunque parezca obvio, tenemos que estar cómodos con nuestra mascarilla higiénica, para de esa forma evitar que nos toquemos la cara. De hecho, la mascarilla que nos hagamos (nos puede servir esta guía oficial con su patrón incluido):
- Debe cubrir nariz, boca y mentón.
- Debe constar de material filtrante.
- Debe garantizar un ajuste adecuado con la cara para que no haya fugas.
- Las gomas de ajuste pueden sustituirse por tiras para atar
La sensación de seguridad que nos da utilizar cualquier elemento, incluidos los guantes, no nos deben hacer tener conductas temerarias: saber quitarnos las mascarillas (con prudencia) y seguir lavándonos las manos, para evitar el contagio, seguirá siendo fundamental. Toda precaución es poca y la prevención, siempre, es lo más eficaz.
Con materiales de casa
Los tutoriales en YouTube son numerosos, pero siempre recuerda que se pueden utilizar tela parecida a la goma transpirable, camisetas bien lavadas y troceadas o en vez de gomillas, cordones de zapatillas limpios y atarlos atrás. La goma se puede romper y sería más útil este sistema.
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