La ventana
Luis Carlos Peris
Paco Camino o lo de nunca es tarde...
Las mascarillas están causando gran controversia en el panorama nacional. Si al principio de la pandemia el Gobierno restaba importancia a su uso y solo le atribuía el carácter de aconsejable, ahora los especialistas encargados de la toma de decisiones en el panorama sanitario debaten sobre la obligatoriedad del uso de mascarillas en lugares públicos o muy concurridos.
Lo que sí está claro es que la sociedad saldrá de esta pandemia y su estado de alarma con una prenda más en su conjunto. Las mascarillas, desde hace tiempo, son obligatorias en los transportes públicos y durante esta semana el Ministerio de Sanidad dará a conocer su decisión sobre el uso obligatorio de esta medida de seguridad ante los posibles contagios de la población.
Esta decisión no solo está debatiéndose en España, el resto de países de Europa también lo hacen o han tomado ya una decisión al respecto. La mayoría de territorios del viejo continente salvo Reino Unido, Irlanda, Bielorrusia y países nórdicos, tienen la obligatoriedad del uso de mascarillas en los transportes públicos y en las próximas horas tomarán una decisión controvertida que, aun siendo sanitaria, tiene pinceladas de carácter político y de otra índole.
El uso de mascarillas está al orden del día. Mientras que ya hay países como Austria y República Checa que han optado por su obligatoriedad, otros solo ven su utilización como algo recomendable y reducen su obligatoriedad a grupos de personas de riesgo.
Europa parece no ponerse de acuerdo. A los países anteriormente mencionados, se unen las contradicciones de España, el sí pero no de una Austria que ya obliga a su utilización en supermercados o Alemania que, aun no siendo obligatoria, sí tiene ciudades como Jena que ya ha aplicado esta medida a su población.
Nuesto país vecino tiene las mascarillas como obligatorias en el transporte público desde el comienzo de la pandemia, pero con la entrada en su fase 2 de la desescalada serán obligatorias además en terrazas y restaurantes tanto para los trabajadores como para los clientes.
También son obligatorias en los colegios, así como en todos los espacios cerrados con aglomeraciones.
En el país transalpino, todas las actividades que se realicen llevan la recomendación de llevar mascarillas, afectando así a las que se hacen al aire libre. En lugares cerrados son de uso obligatorio. El Gobierno italiano ha fijado un precio máximo de 0,50 euros (sin IVA) por mascarilla.
La normativa sobre las mascarillas en Francia indica que su uso sólo es obligatorio en el transporte público y para los mayores de 11 años. Francia no ha podido garantizar el suministro de mascarillas a su población hasta el 11 de mayo.
Todos los estados alemanes obligan al uso de mascarillas en los espacios públicos, como los medios de transporte públicos o las tiendas. Se espera que la medida se mantenga durante todo el proceso de desescalada. Hay excepciones al uso de esta prenda entre los menores de seis años y aquellas personas que por patologías no puedan usarla.
El Reino Unido es uno de los países de Europa más laxos en cuanto a la regulación del uso de mascarillas por parte de su población:recomienda el uso de mascarillas de tela de fabricación doméstica en espacios públicos cerrados y reserva todas los demás tipos para el personal sanitario.
Entre los países del norte de Europa la recomendación sobre el uso de mascarillas es la contraria: desaconsejan su uso. Noruega, Dinamarca o Suecia abogan por fomentar el distanciamiento social entre sus habitantes antes que usar mascarillas. Noruegos y daneses argumentan que no está probado su protección y sí que su mal uso lleva a facilitar el contagio.
Finlandia es la excepción entre los nórdicos. Sin elevarlo a obligatorio sí recomienda el uso de mascarillas, al igual que el de guantes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que solo las personas con síntomas de Covid-19 y los sanitarios deben usar protectores faciales pero parece ser que España decantará la balanza hacia su uso obligatorio y los responsables del Gobierno afirmaron que es una posibilidad real que se está "estudiando y que llegará en los próximos días".
Los entendidos en la materia ven más allá y opinan que esta incertidumbre o falta de decisión se debe a que los países de Europa puede que sean incapaces de afrontar el alto número de mascarillas que harían falta para cumplir dicha orden. Esta teoría está basada en Italia. El país vecino tuvo que pedir a China dicho material debido a las altas pretensiones de sus "amigos" alemanes y franceses.
Faltan horas para saber definitivamente la decisión del Gobierno. Entre cambios de opinión y varias rectificaciones, la población española se prepara para una prenda más. Las mascarillas, como el virus, parece que vienen para quedarse.
También te puede interesar
Lo último
La ventana
Luis Carlos Peris
Paco Camino o lo de nunca es tarde...
El parqué
Álvaro Romero
Jornada de subidas
Tribuna Económica
Carmen Pérez
El MUS cumple 10 años
No hay comentarios