La ex novia apunta que Lubitz quería "cambiar el sistema" y que se recordara su nombre
La joven, identificada como María de 26 años, confiesa al diario 'Bild' que Lubitz sufría ataques de ansiedad. 'The New York Times' publica que el copiloto tendría problemas de visión.
El copiloto Andreas Lubitz quería "cambiar el sistema" y pretendía que su nombre fuera recordado para la posteridad, según ha declarado su exnovia en una entrevista al diario alemán Bild publicada este sábado. La joven, identificada como María (no es su nombre verdadero), de 26 años, ha confesado al medio alemán que Lubitz demostraba ocasionalmente ataques de ansiedad y pesadillas.
"Un día voy a hacer algo que cambiará el sistema entero, y entonces todos van a saber mi nombre y recordarlo", ha parafraseado María. "Nunca supe lo que quería decir, pero ahora tiene sentido", ha añadido la mujer en la entrevista. María, asistente de vuelo, reconoció que llegó a sentirse asustada por el comportamiento del piloto, que se despertaba por la noche gritando "¡Nos vamos abajo!".
"Sabía cómo esconder de los demás lo que le pasaba dentro", ha añadido. La asistente sospecha, por último, que Lubitz estrelló el avión porque comprendía sus problemas de salud. "El trabajo de sus sueños era trabajar para Lufthansa como capitán, y entendió que a largo plazo eso era prácticamente imposible", ha concluido.
Podría tener problemas de visión
Por otro lado, el diario The New York Times publica que el copiloto tenía problemas de visión que podrían haber puesto en peligro su trabajo.Según el periódico, que cita a dos fuentes con conocimiento de la investigación, Lubitz buscó tratamiento para esas dificultades.
Por ahora, no está clara la seriedad de su problema visual, según The New York Times, que añade que las autoridades no han descartado que fuera psicosomático. El periódico recuerda que, según varios testimonios, para Lubitz era muy importante volar y que no había cumplido sus aspiraciones profesionales de cubrir rutas de larga distancia como comandante.
La Clínica Universitaria de Düsseldorf informó el viernes de que Lubitz había sido evaluado en sus instalaciones por última vez el 10 de marzo. Consultada por The New York Times, una portavoz del centro no quiso comentar si el copiloto había presentado problemas de visión, alegando las leyes que protegen la privacidad de los pacientes. En un comunicado, la clínica calificó el viernes de "incorrecto" que Lubitz fuera tratado en ella por depresión y dijo que había acudido al centro para contrastar diagnósticos, sin dar más detalles.
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