Lampedusa revuelve Italia, que exige solidaridad a la UE
La ministra de Integración aboga por modificar la legislación de inmigración mientras siguen rescatando decenas de cadáveres.
Los ministros de Interior de la Unión Europea abordarán mañana, a petición de Italia, la respuesta europea a la tragedia en la isla italiana de Lampedusa, donde los buzos reanudaron ayer las tareas de búsqueda de las víctimas del naufragio del barco de inmigrantes, del que, por el momento, se han recuperado 211 cadáveres.
Las tareas de rescate de los cuerpos entre los restos del barco, que reposa en el fondo del mar a más de cuarenta metros de profundidad y a media milla de Lampedusa, pudieron reanudarse gracias a una mejoría de las condiciones meteorológicas y marinas, según explicó la Guardia Costera. Los primeros cuerpos en ser recuperados por los buzos italianos fueron los de dos mujeres, encontrados en el puesto de mando de la embarcación. Posteriormente, consiguieron sacar otros quince cadáveres, entre ellos otras dos mujeres. El duro trabajo de los submarinistas de la Guardia Costera y de Finanzas, de los bomberos y de la Marina italiana desde primera hora del domingo permitió que se recuperaran otros 83 cuerpos, entre ellos los de ocho mujeres y un niño, que se suman al más de un centenar rescatados anteriormente y que yacen en féretros en un hangar del aeropuerto de Lampedusa.
Italia pide a la Unión Europea más solidaridad para afrontar la llegada masiva de refugiados, procedentes del norte de África y de otros lugares como Somalia y Eritrea, de donde eran los 518 inmigrantes indocumentados que naufragaron el jueves frente a las costas de la isla de italiana de Lampedusa.
La tragedia, a la que sobrevivieron 155 personas, ha suscitado numerosas críticas hacia la política europea de inmigración y también contra Italia, con una legislación que desde 2002 considera culpables de un delito de complicidad a quienes introduzcan en el país a inmigrantes indocumentados, incluyendo a los que participen en tareas de ayuda a los barcos en los que viajan.
Son cosas de la llamada ley Bossi-Fini, que regula la entrada y residencia de inmigrantes en Italia, y a la que en 2009 se sumó la introducción del delito de inmigración ilegal, por el que la Fiscalía tiene que abrir una investigación a los 155 supervivientes de la tragedia de Lampedusa, que pueden verse condenados a pagar multas de miles de euros.
"Lo absurdo de que se investigue por un delito de inmigración ilegal a los supervivientes es un punto que abre una reflexión sobre los instrumentos y las decisiones que en los próximos días tendremos que afrontar. Hará falta revisar la normativa sobre la inmigración, el delito de inmigración ilegal", dijo ayer la ministra de Integración italiana, Cécile Kyenge.
Según la ministra, "ha llegado el momento de afrontar y revisar la legislación de inmigración y de plantear a Europa con decisión la exigencia de dotarse de una política europea" que considere que fronteras como las de Lampedusa son las de toda Europa.
La ministra, de origen congoleño, visitó ayer a los inmigrantes alojados en el centro de primera acogida de Lampedusa, que se encuentra desbordado, y conoció sobre el terreno la situación de la isla tras el naufragio.
En una entrevista que publicó ayer el diario milanés Corriere della Sera, Kyenge afirma que la ley sobre inmigración italiana no puede ser "punitiva" y anuncia su intención de elevar, en un primer momento, a 16.000, y luego a los 24.000, el número de camas en los centros de acogida de inmigrantes, que actualmente es de 8.000.
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