Japón logra reestablecer la electricidad en los seis reactores de Fukushima
El reactor 3, el más peligroso, ha sido el último en recuperar el suministro. El Gobierno ha incrementado aún más el control de los alimentos ante la detección de radiación en el mar.
El reestablecimiento de la electricidad en la planta de energía atómica de Fukushima, epicentro de la crisis nuclear de Japón, se ha mezclado con la preocupación por la radiactividad detectada en las aguas costeras de la zona.
Los esfuerzos por controlar los seis reactores de Fukushima dieron un paso adelante al concluir con éxito las operaciones para conectar todos ellos a fuentes externas de energía. Los seis reactores de la central nuclear ya han sido reconectados a la red eléctrica, lo que permitirá agilizar las tareas de refrigeración y evitar así una fusión parcial de sus núcleos, con la consiguiente nueva emisión de partículas radiactivas a la atmósfera.
La empresa operadora, la Compañía de Electricidad de Tokio (Tepco), informó también de que se ha recuperado el suministro eléctrico en las salas de control de los reactores tres y cuatro, lo cual permitirá controlar mejor la situación, según la agencia estatal de noticias Kiodo. Aparte, los directivos de Tepco han pedido disculpas personales a la población por primera vez desde el 11 de marzo.
Aunque los cables ya están tendidos, reactivar totalmente el suministro eléctrico puede llevar uno o varios días, puesto que antes hay que revisar el estado de todos los instrumentos y motores para evitar un cortocircuito que complicaría aún más las labores de los operarios.
Éstos trabajan en situaciones extremas, rodeados de elevados niveles de radiactividad, a menudo a ciegas y en un panorama de tres unidades (la 1, la 2 y la 3) destruidas por explosiones de hidrógeno y una cuarta (la 4) a causa de un incendio.
Empleados de Tepco, la operadora de la central, junto con militares y equipos de bomberos desplazados desde Tokio y Osaka se esfuerzan desde hace once días por evitar que la temperatura del combustible nuclear se dispare y emita elevadas cantidades de radiactividad.
Camiones de bomberos retomaron el vertido de agua en el reactor número 3, al tiempo que un vehículo especial utilizado normalmente para bombear cemento se centró en la unidad 4, donde preocupa la piscina de almacenamiento, que guarda una gran cantidad de combustible nuclear utilizado.
Mientras se trata de controlar la planta nuclear, operativa desde 1971, las autoridades vigilan los niveles de radiación en la zona, donde un radio de 20 kilómetros alrededor de la central ha sido evacuado y se ha recomendado a los vecinos que están entre 20 y 30 kilómetros que no salgan de sus casas.
Según el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), en la localidad de Namie, a 20 kilómetros de la planta, el nivel de radiactividad ha llegado a ser 1.600 veces mayor de lo habitual, hasta los 161 microsievert por hora.
En los lugares más alejados, como las provincias de Saitama, Chiba, Kanagawa y la propia capital, Tokio, las mediciones del Gobierno nipón, la OIEA, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y expertos estadounidenses indican que los niveles de radiación están muy por debajo de ser peligrosos para la salud.
Las mediciones del Gobierno japonés se han extendido a los alimentos de la zona, tras detectarse contaminación por radiactividad en leche, espinacas y kakina, un tipo de verdura local, lo que obligó a prohibir su distribución.
La inquietud por el alcance de la contaminación aumentó al confirmarse que las zonas marinas próximas a la central nuclear también muestran niveles de radiactividad por encima de lo normal.
Según Tepco, una muestra de agua marina recogida este lunes en un radio de 15 kilómetros de la central reveló un nivel de yodo radiactivo I-131 más de 126 superior al límite legal.
El nivel se había reducido en esa misma área a primera hora de este martes hasta ser 30 veces superior al límite, indicó Tepco.
El Gobierno japonés indicó que aún es pronto para saber si los productos pesqueros de la zona están contaminados y aseguró que pronto se realizarán análisis para evaluar el impacto de la radiactividad en el mar.
También apuntó a que en la actualidad en el mercado no hay productos pesqueros procedentes de Fukushima, al tiempo que instó a las vecinas provincias de Ibaraki y Chiba a estrechar los controles en este sector.
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