Intoxicaciones alimentarias: ¿sabes qué es la Escombroidosis?
Salud
El atún o la caballa contienen altos niveles de histidina, beneficiosa para los niños, pero si hay una mala manipulación del pescado podemos tener escombroidosis, una intoxicación alimentaria similar a una reacción alérgica
El pescado es un magnífico alimento, para niños y para adultos. Dentro de la dieta mediterránea dieta mediterráneano puede faltar un plato de pescado, sin olvidar populares recetas españolas como el pescaíto frito, en salazón o adobado.
Es más complicado que los más pequeños de la casa se sientan atraídos por el pescado, aunque hay excepciones y recetas que, más que saber a pescado, saben a carne. Está demostrado que otras especies, como el atún, el bonito, la caballa o la melva (pescado azul), son beneficiosos para nuestra salud y, en especial, para el crecimiento de los niños.
El atún, el bonito, la caballa o la melva pertenecen a la familia de los escómbridos, y son pescados ricos en ácidos grasos y muy beneficiosos para nuestro organismo, también contienen un alto nivel de histidina, un aminoácido esencial que nuestro cuerpo no general y debemos obtenerlo a través de la alimentación.
Qué es la histidina
La histidina es muy necesaria, sobre todo, en la dieta de los más pequeños porque les ayuda en el crecimiento además de colaborar en la reparación de los tejidos, especialmente la mielina, la capa protectora de los nervios.
También refuerza el sistema inmunológico y es necesaria en la producción de glóbulos blancos y rojos. De ahí la importancia de consumir estos pescados.
El problema, la histamina
Sin embargo, aquí viene la parte menos saludable de estos pescados, aunque solo ocurre cuando, en el momento de su captura, entran en contacto con bacterias que provocan la descomposición de la histidina en histamina.
Se trata de una sustancia muy tóxica que se relaciona con la manipulación de alimentos sin una higiene adecuada y con la conservación del pescado a temperaturas altas. Si se consume un pescado contaminado con histamina, se sufre una intoxicación denominada escombroidosis.
Los síntomas suelen ser ardor y hormigueo alrededor de la boca, sudoración facial, nauseas, vómitos, palpitaciones, mareos y erupciones cutáneas al poco tiempo de ingerir el pescado contaminado.
Con tratamiento
La escombroidosis se trata igual que una reacción alérgica, con antihistamínicos y corticoides, pero si la hipotensión es fuerte, se usa adrenalina. A pesar de todo, no existe ninguna contraindicación para volver a comer pescado, siempre que esté en buen estado de conservación.
Para prevenir esta intoxicación, la principal medida es no tomarlo si existiera la más mínima duda sobre las medidas de higiene en las que se ha conservado.
Si se compra un pescado de la familia de los escómbridos, se debe refrigerar inmediatamente al menos durante 24 horas a una temperatura inferior a cero grados.
Y, por último, extremar la higiene: las conservas se deben consumir inmediatamente tras sacarlas de su envase y si preparamos un bocadillo de atún o bonito para ir a la playa o de excursión, debemos envolverlo bien e intentar mantenerlo en un sitio frío.
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