El Gobierno asegura a Morón y Rota que no recibirán a personal afectado
Los contingentes de EEUU no tendrán contactos con los infectados por el virus. Los ayuntamientos de los dos municipios critican al Ejecutivo por no informar. La presidenta de la Junta censura haberse enterado de los planes por la prensa.
Sevilla · Madrid/Psicosis no -por el momento-, pero inquietud sí. Morón (Sevilla) y Rota (Cádiz), sede de las bases militares hispanoestadounidenses que entrarán en el dispositivo diseñado por Washington en la lucha internacional contra el ébola, mostraron este miércoles su preocupación, alimentada además por lo que consideran falta de información por parte del Gobierno español. La propia presidenta de la Junta, Susana Díaz, personificó este miércoles mismo este desconocimiento, al admitir que se había enterado de los planes estadounidenses por la prensa. Mostró su enojo y expresó su deseo porque "no se repitan los errores del pasado".
La desazón cundió en las plantillas de ambas bases. Los trabajadores de Morón y de Rota no escondieron su preocupación. Desde la base gaditana, el portavoz del comité del personal laboral, José Sabido, lamentó que no hay la más mínima información y expresó el temor de los trabajadores porque "pueda haber fallos en el protocolo". En Morón, Vinnell-Brown & Root Spain (VBR), la sociedad que gestiona los servicios civiles de la base, aseguró a los trabajadores que los aviones que recalen en la base a su regreso de África pasarán "un mes de cuarentena" en Senagal.
Para bajar el nivel de preocupación, tanto el Gobierno central, a través de su delegada en Andalucía, Carmen Crespo, como EEUU, mediante su embajador en España, James Costos, confirmaron este miércoles que el Ejército estadounidense quiere utilizar las bases -estratégicas en cualquier tipo de operación en África y Oriente Medio- en el traslado del contingente que enviará a África para luchar contra el ébola pero que "en ningún caso incluirá a personas implicadas en el cuidado de enfermos".
En caso de que durante alguno de los vuelos hacia España algún pasajero mostrase algún "síntoma" susceptible de ser relacionado con el virus, la base de Morón dispondrá de una zona de aislamiento para hacer frente a esta situación.
Las bases servirán de escala a la ida y a la vuelta para los destacamentos de apoyo al personal sanitario (ingenieros, avituallamiento, medicinas y hospitales de campaña). España "debe colaborar a nivel internacional para frenar la epidemia en los países de origen", subrayó Crespo, que desde Granada quiso lanzar un mensaje de "tranquilidad" a la población.
El alcalde de Morón, Juan Manuel Rodríguez (PSOE), exigió "transparencia" e información al Ministerio de Defensa. Ni su ayuntamiento ni el de Rota, gobernado por Eva Corrales (PP), han recibido ninguna notificación. Rodríguez también lamentó haberse enterado por la prensa, algo que calificó de "muy grave", y añadió que la transparencia es la forma de "evitar alarma social en la población" y reclamó que los ayuntamientos limítrofes deben conocer el "protocolo sanitario" que deben seguir para evitar cualquier posibilidad de contagio en la población cercana a la base y del personal civil de la misma. En el mismo sentido se pronunció el alcalde de El Coronil, el también socialista Jerónimo Guerrero, y Miguel Ángel Márquez (IU), de Arahal, el término en el que se asienta íntegramente la base.
El Ayuntamiento de Rota dijo en un comunicado que también tuvo conocimiento del asunto "tan sólo a través de los medios de comunicación", por lo que la alcaldesa ha pedido al Gobierno central que traslade "de inmediato" a la corporación local "toda la información necesaria sobre la operación, así como los dispositivos especiales y protocolos que se pongan en marcha dentro del recinto militar" .
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, replicó que las declaraciones sobre falta de información de su departamento en relación al posible uso de bases españolas por fuerzas estadounidenses para operaciones de lucha contra el ébola reflejan "una falta de visión" del problema. Morenés se pronunció así en Quito, adonde viajó para tratar asuntos bilaterales en materia de Defensa con las autoridades ecuatorianas. El titular de Defensa remarcó que las bases "están en territorio nacional" español y agregó que estas declaraciones, en su opinión, evidencian una "falta de visión del conjunto de lo que estamos hablando, de la lucha contra una pandemia". "Yo no las comparto y creo que España debe de contribuir a esa solución. El cómo ya lo iremos viendo", apostilló.
Morenés subrayó que la lucha contra esta enfermedad es "internacional" y se debe centrar en los países "donde la enfermedad ataca con mayor virulencia". En su opinión, España "tiene que contribuir con todas las garantías que sean necesarias a esa lucha", no puede inhibirse de ella y tiene que "estar ahí" con las correspondientes garantías sanitarias, "que las hay, como se ha demostrado" en las repatriaciones de enfermos españoles efectuadas hasta ahora. "La inhibición de España en esa lucha sería realmente poco aceptable desde el punto de vista de nuestra responsabilidad internacional, precisamente en impedir en el foco de origen que esto vaya mas allá".
Morenés abordará previsiblemente esta semana con su homólogo estadounidense, Chuck Hagel, la utilización de las bases. El ministro dijo que el Gobierno se ha mantenido en "contacto directo" con la Embajada estadounidense y el Centro de Control de Enfermedades (CDC) "por si hay alguna forma mejor de responder a esta crisis". "Pero, de momento, todo el mundo está haciendo su parte para contenerla", recalcó. A la pregunta de si los ciudadanos norteamericanos dejarán de viajar a España por culpa del ébola, Morenés señaló que ha visto "estadísticas sobre viajeros" y no parece que sea algo que esté en la cabeza de la gente". "Los que viajan normalmente siguen haciéndolo", afirmó.
Mientras tanto, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró que el problema de la crisis "está encauzado". Rajoy instó a "seguir trabajando, hay que seguir perseverando, apoyando a los profesionales y a mucha gente que forma parte de la administración pública que está trabajando bien, pero el problema está encauzado", remachó el jefe del Ejecutivo durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, donde también confirmó que las prioridades que se habían fijado al respecto hace una semana se han cumplido.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, exigió a Rajoy una valoración sobre la actuación del Gobierno, entre otros puntos, después de que la ministra Ana Mato se negara a comparecer en sede parlamentaria en agosto, con la llegada del primer misionero contagiado a España, tras el contagio de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, o la negación del PP este martes de que tanto la ministra como el propio Rajoy comparezcan en Pleno por este asunto. "Dé la cara a los españoles y cumpla con su deber porque hoy no es presidente del Gobierno sino el presidente de un auténtico desgobierno", espetó al presidente el líder socialista.
Rajoy insistió en el mensaje de los propios facultativos: "El contagio es muy difícil y sólo se produce por contacto con fluidos de enfermos en fase avanzada, y a día de hoy sólo puede hacerlo Teresa Romero y esperemos que dentro de poco no pueda hacerlo nadie por el bien del conjunto de los españoles".
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