Esther López: un latigazo cervical y la cadera rota apuntan a la hipótesis del atropello

Desde que hallaron el cadáver de Esther López de la Rosa, la joven de 35 años que desapareció en la madrugada del 13 de enero en Traspinedo (Valladolid), se han estado barajando varias opciones de su muerte.

Los últimos informes forenses han concluido que la joven tenía una cadera rota y un latigazo cervical, lo que pone especial énfasis en la hipótesis del atropello, una de las tres opciones posibles que podían explicar la muerte violenta que sufrió la vallisoletana.

Cuando la autopsia preliminar ha dado a conocer estas patologías, automáticamente la Guardia Civil ha comenzado a buscar vehículos tipo todoterreno que pudieran ser los responsables del atropello de la joven en la madrugada de su desaparición.

Las lesiones que aparecen en el informe apoyan la tesis del atropello de la mujer de 35 años, motivo por el que los investigadores del ERAT, Equipo Especial de Investigación de Accidentes, están buscando pistas sin descanso.

Hasta el momento, según se han pronunciado los expertos involucrados en el caso, no se han encontrado marcas de neumáticos en la carretera y, por ese motivo, están haciendo un estudio de velocidad y proyección que pueda llevarles al modelo de vehículo.

También se están analizando las fibras de la ropa, ya que estas podrían contener restos de pintura del vehículo, e incluso podría disipar las dudas sobre si el cadáver de la joven fue trasladado en un maletero hasta el lugar en el que fue encontrada, ya que, según las patrullas vecinales que participaron en la búsqueda de Esther durante los primeros días, aquella zona ya había sido rastreada previamente sin rastro del cuerpo.

Con los datos que se tienen hasta el momento, se está especulando sobre la posición de Esther López en la carretera, considerando que debía ir andando por el arcén camino a su pueblo de espalda a los vehículos.

Sin embargo, lo que todavía no ha sido capaz de aclarar la autopsia es la causa de la muerte; se sabe que murió de un shock hipovolémico, pero se desconoce si fueron los traumatismos o la hemorragia interna lo que lo provocó.

Por último, también queda conocer los resultados de la autopsia definitiva para disipar las dudas sobre los análisis toxicológicos, unos datos que podrían añadir aún más información que ayude a aclarar las circunstancias en la que murió Esther López.