Españoles en la base del Everest aseguran que están bien
Javier Camacho y Ricardo Fernández señalan que el alud ha afectado a los escaladores chinos y japoneses.
Javier Camacho y Ricardo Fernández, los dos montañeros españoles que se encontraban en el campo base del Everest cuando se produjo un terremoto en Nepal de 7,8 grados en la escala de Richter, se encuentran en "perfecto estado" y recobrando fuerzas para seguir auxiliando a los heridos que ha causado el temblor.
Camacho, turolense, y Fernández, asturiano, pretendían ascender a la cumbre de Lhotse, la cuarta más alta del mundo, sin ayuda de oxígeno ni sherpa de altura, y se encontraban ya en el campo base cuando se sintió "un pequeño temblor" seguido de un "ruido muy grande" de una "avalancha tremenda". Así lo ha explicado telefónicamente Camacho, quien ha dicho que el tiempo ahora es bastante malo, está nevando en la zona y no se ha podido recibir ayuda alguna para atender a las "bastantes" personas heridas en la avalancha, que ha causado también "unas cuantas muertes", por ahora 18, según fuentes oficiales.
Un gran alud procedente del pico Pumori ha llegado hasta el campo base y se ha llevado una buena parte de él, ha explicado Camacho, quien ha indicado que los más afectados han sido los campamentos de montañeros chinos y japoneses. Cuando se percataron de la avalancha, los montañeros del campo base echaron a correr y buscaron refugio tras grandes piedras o montículos de nieve, que pasaba en avalancha por encima de sus cabezas. Una vez que la avalancha cedió, volvieron a las tiendas de campaña, tomaron conciencia de la gravedad de lo sucedido e, inmediatamente, bajaron a la zona más afectada para "echar un mano" y socorrer a los heridos.
Javier Camacho no ha podido cifrar el número de víctimas mortales ni de heridos. "Hemos visto muchos heridos y fallecidos hay unos cuantos", ha relatado antes de asegurar que ellos se encuentran bien aunque "un poco preocupados por lo que ha podido pasar mas abajo" y, por tanto, "intranquilos" por ver cómo podrán salir de allí.
En la zona se ha montado una especie de hospital de campaña y los dos españoles han ayudado cuanto han podido. Ahora, ha señalado Camacho, están un poco agotados y han vuelto a las tiendas a recoger prendas y botas de más abrigo y a recobrar fuerzas para seguir con las labores de socorro. Todavía no saben cómo podrán bajar hasta las localidades cercanas a la base del Everest, afectadas por el seísmo. Lo irán viendo "poco a poco". Camacho se puso en contacto inmediatamente con su mujer para tranquilizarla y llamó a compañeros de trabajo para que se corriera la voz de que no habían resultado afectados. Ambos están en "perfecto estado de salud" y, según Camacho, al menos otro montañero español que estaba en la zona también ha resultado ileso.
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