Descubren un proceso que evitaría que la grasa se acumule y engordes
Investigación
Se trata de un mecanismo por el que el metabolismo de las células inmunitarias regula la obesidad
La población obesa supera por primera vez a la población que pasa hambre
Un 35% de los niños españoles menores de 16 años tiene sobrepeso
Los datos son alarmantes: la población obesa ha superado, por primera vez, a la población que pasa hambre y nuestros hijos comienzan a padecer sobrepeso desde pequeños. El sedentarismo y los nuevos hábitos sociales, además de una mala alimentación y, en otros casos, de patologías que provocan este aumento de peso, son los principales motivos.
Solo en España se estima que para 2030, habrá 27 millones de adultos con problemas de obesidad o sobrepeso, según recoge la Universidad Complutense. De ahí que sean continuas las investigaciones para evitar el sobrepeso y es aquí donde ahora hacen aparición los macrófagos, células del sistema inmunitario claves para regular la obesidad, como se ha demostrado en un estudio reciente.
Una investigación, liderada por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y en la que participa la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha descubierto cómo los macrófagos cumplen un papel fundamental en el funcionamiento adecuado de nuestros tejidos y en la regulación de la obesidad.
En el estudio también han participado la Universidad de California-Los Ángeles, la Universidad de Eastern Finland, la Kuopio University Hospital (Finlandia) y la Universidad de Salamanca.
Células del sistema inmunitario
Los macrófagos son células del sistema inmunitario esenciales en la respuesta temprana a infecciones. La investigación, publicado en Nature Metabolism, explica cómo la activación del metabolismo mitocondrial de los macrófagos en respuesta al estrés oxidativo generado por exceso de nutrientes contribuye a la inflamación del tejido adiposo y la obesidad.
“En las últimas décadas, diversos estudios han comprobado que, en condiciones normales, los macrófagos del tejido adiposo facilitan un ambiente antiinflamatorio y reparador, contribuyendo a desactivar cualquier proceso que altere la función normal de este tejido, estos macrófagos se conocen como antiinflamatorios o ‘tipo M2’”, explica José Antonio Enríquez, investigador del CNIC. Sin embargo, en ciertas situaciones, “estos macrófagos interpretan las señales de estrés, que normalmente aparecerían en respuesta a una infección, y promueven inflamación como mecanismo defensivo”.
Estos procesos inflamatorios originados por los macrófagos, afirma Enríquez, son responsables de la aparición de alteraciones que afectan al tejido adiposo y “están en la base de la obesidad y del síndrome metabólico asociado a trastornos cardiovasculares, hígado graso o diabetes tipo 2”. Así, como respuesta al exceso de nutrientes generados por una dieta elevada en grasas, “los macrófagos cambian su función y favorecen procesos inflamatorios, generando macrófagos proinflamatorios”.
Reducir el estrés oxidativo
Este estrés oxidativo –aclaran sus investigadores-, está presente en los pacientes con obesidad mórbida, y parece estar relacionado con la dieta rica en grasas, "frecuente en la inadecuada dieta occidental".
Así, asegura el investigador del CNIC David Sancho, una de las conclusiones es que demuestra que, si se reduce dicho estrés oxidativo, “se atenúan algunos de los parámetros perjudiciales asociados a la obesidad”.
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