La aldaba
Carlos Navarro Antolín
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Salud
Investigadores de la Universidad de Lille (Francia) han desarrollado un prototipo de parche cargado de insulina que se adhiere cómodamente al interior de la mejilla con el objetivo de administrar este fármaco de forma menos invasiva.
El control de los niveles de azúcar en sangre requiere una atención permanente para las personas diagnosticadas de diabetes. Una dieta más saludable y el aumento de la actividad física pueden ayudar, pero muchos enfermos también necesitan inyectarse regularmente insulina, la principal hormona que regula el azúcar.
Según los resultados del mejor estudio epidemiológico realizado en España hasta la fecha, el 'Estudio di@bet.es', el 13,8 por ciento de los españoles mayores de 18 años tiene diabetes tipo 2, lo que equivale a más de 5,3 millones de personas.
Las personas se inyectan la insulina principalmente con bolígrafos o jeringuillas, o se implantan bombas semipermanentes. Estos métodos son invasivos e incómodos, y requieren la eliminación segura de las agujas o de los residuos biológicos y condiciones de esterilidad.
Los investigadores han explorado otras formas de administrar insulina a través de la piel, como las lociones en forma de gel. Pero la piel es una barrera demasiado buena, y los fármacos entran en el cuerpo lentamente. En cambio, la membrana que recubre el interior de la boca es muy fina, aproximadamente un cuarto del grosor de la piel, lo que la convierte en un lugar potencial para que los fármacos entren fácilmente en el torrente sanguíneo.
Por eso, la investigadora francesa Sabine Szunerits y sus colegas querían comprobar si un material que habían desarrollado previamente, una alfombra de fibra de polímero que se activa con el calor para liberar fármacos, podía adherirse al revestimiento de la mejilla y administrar insulina.
Los investigadores empaparon primero pequeños cuadrados de una alfombra de nanofibras, hecha de fibras electrohiladas de poli(ácido acrílico), B-ciclodextrina y óxido de grafeno reducido, en una solución con insulina durante tres horas.
A continuación, el equipo aplicó los parches cargados de insulina en los revestimientos de las mejillas y las córneas de los cerdos. El calentamiento del material con un láser de infrarrojo cercano durante 10 minutos a 122F activó el material y liberó insulina en los dos tipos de membranas varias veces más rápido que a través de la piel.
Además, los investigadores colocaron los parches in vivo dentro de las mejillas de tres cerdos insulinodependientes. Los revestimientos de las mejillas no mostraron ninguna irritación ni cambios visuales por el calor del láser.
En cuanto se activó el material, los niveles de azúcar en sangre de los cerdos disminuyeron. Simultáneamente, los niveles de insulina en plasma de los animales aumentaron, lo que, según los investigadores, es una prueba de concepto de que esta plataforma preliminar es eficaz para hacer llegar la insulina al torrente sanguíneo.
Por último, seis voluntarios humanos se colocaron una versión placebo del parche dentro de sus mejillas, y dijeron que se sentían cómodos durante un periodo de dos horas. Los investigadores afirman que su siguiente paso es realizar más estudios preclínicos del prototipo en modelos animales.
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