La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La sanidad funciona bien muchas veces en Andalucía
Revuelo y malestar en La Asociación Valenciana de Agricultores. Al parecer, han llegado a territorio europeo aguacates ecológicos procedentes de marruecos que contienen residuos de Clorpirifos, un insecticida que puede ser muy dañino para la salud de los consumidores.
La asociación ha tildado este hecho como "escándalo y estafa". Las alertas saltaron cuando las autoridades de los Países Bajos confirmaron la presencia de esta sustancia en los frutos. En concreto, 0,29 miligramos/kilo cuando el límite no debe superar, según entidades sanitarias, el 0,001 mg/kg. El cargamento estaba dispuesto para su comercialización en países del viejo continente como Países Bajos, Alemania, Austria y España.
En palabras de Cristobal Aguado, presidente de AVA-ASAJA, el hecho es muy grave porque "estamos hablando, no sólo de la presencia de una dosis tremendamente alta de una materia suprimida hace más de un año, sino también de un producto agrario que se vende como ecológico y, por tanto, no debería tener residuos de ninguna sustancia sintética".
Además, ha afirmado que los productos que llegan del país de África del Norte solo son controlados en un 10% del total, lo que implica llegan a Europa mercancías "sin las debidas garantías sanitarias. Es una estafa a todos los niveles, tanto para los productores, al tratarse de una competencia desleal, como para los consumidores, que son el objeto del engaño".
Según los expertos que han tratado el tema, la presencia de este insecticida en los frutos puede provocar multitud de reacciones adversas en la población que los consuma. Entre los síntomas más comunes tras una exposición a esta sustancia se encuentran:
Por ello, La Asociación Valenciana de Agricultores reclama a la Unión Europea que tenga muy presente esta situación y actúe en consecuencia. En este sentido, piden más medidas cautelares, que vayan más allá de la destrucción de los lotes detectados. Los países que incumplan las normativas sanitarias deben ser castigados y no tener, por parte de Bruselas, "una alfombra roja sin reciprocidad y sin importarle lo más mínimo si con ello nos desplazan de nuestro propio mercado. La UE debería reconsiderar su noción mal entendida de la globalización y dejar de primar la ley de la selva", argumentó Aguado.
Mientras tanto, los organismos dedicados a la supervisión de productos en mal estado ya han comenzado a alertar a la población de los diferentes países para que estén alerta sobre posibles brotes.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios