La DGT prevé menos viajes por carretera que el verano pasado

La Guardia Civil intensificará los controles para detectar consumo de drogas al volante

Efe / Madrid

30 de junio 2012 - 05:01

La directora general de Tráfico, María Seguí, pidió ayer "precaución" a los conductores y alertó sobre la reducción de la edad media de los fallecidos en accidentes de tráfico durante el verano, en la presentación de la operativo especial con el que la DGT hará frente a los 80 millones de desplazamientos de larga distancia previstos en los meses de julio y agosto, un 3,6% menos que el año anterior.

Seguí señaló que "los fallecidos en este periodo no difieren de la realidad que se advierte en el resto del año". "La única diferencia es la reducción de la edad media de los fallecidos" -situada en 40 años durante el resto del año-, debido a que "se mete a los niños más tiempo en el coche y para recorrer mayores distancias", según afirma Seguí. En cualquier caso, insistió en que "no hay un número extraordinariamente superior de muertes" y recordó que en el verano de 2010 fallecieron 509 personas en carreteras y zonas urbanas. "En verano el número de muertos en carretera es de ocho diarios mientras que el resto del año la cifra se reduce a siete", señaló.

La directora de la DGT añadió que "la población ya no se desplaza en vacaciones como hace años" y, por lo tanto, la Operación Verano está más repartida desde finales de junio, en julio y en agosto.

Concretamente, para el mes de julio están previstos 39,2 millones de desplazamientos, mientras que en agosto la previsión de movimientos es aún mayor, de 40,7 millones de desplazamientos. Para hacer frente a todos estos movimientos, la DGT desplegará a los 10.000 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. El general jefe de dicha agrupación, Antonio Dichas, señaló que, para hacer frente a este despliegue, "la gente de las oficinas dejarán sus funciones burocráticas y saldrá a las carreteras".

Este verano la DGT lanzará su campaña de "tolerancia cero" con las drogas que implicará que los agentes de la Guardia Civil realicen de manera sistemática controles aleatorios de drogas junto con los de alcoholemia. Casi uno de cada cinco conductores circulan bajo los efectos de alguna droga.

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