Cuidar la higiene en la cocina evita infecciones alimentarias

La llegada de las altas temperaturas constituye el ambiente perfecto para la colonización de microorganismos bacterianos. Las bacterias crecen más rápidamente durante estos meses de verano y en lugares con clima más cálido, ya que necesitan calor y humedad para proliferar. Es im portante cuidar mucho la manipulación y conservación de los alimentos e para prevenir la contaminación de gérmenes patógenos en los alimentos para así poder evitar que entren en el organismo humano causando daños en la salud. "Alimentos contaminados por microorganismos y en especial bacterias, son los causantes de enfermedades de transmisión alimentaria y otras alteraciones relacionadas con la alimentación, muy especialmente en verano", afirma Maite Pelayo, microbióloga y portavoz técnico del Instituto Silestone.

Según indica, "este tipo de patologías pueden causar síntomas que van desde un simple malestar de estómago hasta problemas más graves como diarrea, fiebre, vómitos, calambres abdominales y deshidratación". Los efectos variarán dependiendo del microorganismo, dosis ingerida y del propio individuo. Desde el Instituto Silestone aconsejan, entre otras medidas, no romper la cadena del frío, separar los productos crudos de los cocinados para evitar la posible transmisión de microorganismos, no mezclar los utensilios y recipientes para alimentos crudos y cocinados o utilizar agua potable y lavarse las manos siempre antes de manipular los alimentos. Asimismo, recomiendan consumir los alimentos elaborados con huevo inmediatamente, higienizar bien las verduras, y en la medida de lo posible usar productos de limpieza, encimeras, neveras e incluso interruptores que tienen propiedades bacteriostáticas