Crecen las agresiones grupales y el acoso virtual durante la pandemia

MADRID/Insultos, amenazas, acoso telefónico, exhibiciones sexuales... El 'III Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos en Tiempos de Pandemia 2020 y 2021', realizado gracias a los talleres que Fundación ANAR y Fundación Mutua Madrileña han impartido en 329 centros educativos de todo el país, deja en evidencia las carencias de una sociedad cada vez más digitalizada, pero insuficientemente controlada.

Cierto es que el acoso escolar ha experimentado una bajada del 44,5% desde que comenzó la pandemia, pero igual de cierto, o más, es que este descenso se está viendo solapado por el aumento de conductas inapropiadas a través del entorno digital. El estado de alarma y las medidas sanitarias de distancia y seguridad, más controladas por los profesores, ha conseguido reducir ostensiblemente el número de incidencias de acoso directo. El ciberbullying se ha convertido en la forma de acoso más común y el 25% de los escolares asegura conocer compañeros que han sufrido diferentes tipos de esta agresión a través de redes sociales como WhatsApp (53,9% de los casos), Instagram (44,4%), TikTok (38,5%) o las plataformas de videojuegos (37,7%). Otro dato preocupante es que las agresiones individuales han dado paso a las agresiones grupales, que han aumentado un 65%.

Motivos de las agresiones

El informe, que recoge la opinión de 10.901 estudiantes y 491 docentes entre enero de 2020 y junio de 2021, también pone de relieve que el 21,8% de los alumnos encuestados reconoce haber podido participar en un caso de acoso sin ser consciente de ello, y que los motivos más comunes por los que se producen estas agresiones son el aspecto físico (52,5%), por ser diferente (46,4%), por las cosas que hace o dice (39,1%), por sus gustos (30,4%), por ser de otro país, cultura, raza o religión (26,2%), por ser nuevo (20,1%), por su orientación sexual (15,2%) o por tener mucho o poco dinero (14,2%).

Tan importante como ser consciente de la situación e intentar remediarla es saber cómo actuar en caso de presenciar casos de acoso escolar para acabar de raíz con ellos. Para los alumnos, la forma más eficaz de resolver el acoso escolar es avisar al profesor. Sin embargo, paradójicamente, la mitad de esos profesores reconoce la falta de recursos y formación entre el personal docente para poder intervenir con éxito en este tipo de situaciones.

Así, los docentes prefieren poner el foco en la concienciación social entre los alumnos, la mano dura con los alumnos implicados, aplicándoles el régimen de expulsión, e instan a los padres y madres a que se responsabilicen de los actos de los menores y procuren mostrar valores a sus hijos como medida de prevención.

Cómo acabar con el acoso escolar

Uno de los primeros pasos para acabar con los casos de ciberacoso es limitar el uso de los teléfonos móviles a los niños y adolescentes. La teoría generalizada entre los profesores de que el móvil dentro del aula no es necesario para el aprendizaje y propicia la desconcentración se extiende también entre los alumnos. Más de la mitad (52%) se muestra a favor de prohibir su uso en determinados entornos para terminar con las burlas, difusión de imágenes o vídeos, ya que las llamadas de urgencia deberían realizarse desde el propio centro escolar.

El último paso de esta cadena sería el de la formación. No demonizarlo el uso del móvil pero sí enseñar la forma de utilizarlo de forma responsable. Así, uno de cada cinco profesores estima que los alumnos deberían aprender a través de talleres didácticos y adaptados a sus gustos e inquietudes, logrando captar su atención y logrando el objetivo de que esas herramientas no se usen para hacer el mal sino para aumentar su conocimiento y mejorar la comunicación con compañeros y profesores.