Confinamiento: un 'cóctel molotov' para matrimonios
Sociedad
Los problemas existentes en la pareja se agravan en situaciones excepcionales como el confinamiento, lo que puede desembocar en divorcio
El periodo de reclusión debido al estado de alarma está suponiendo una auténtica prueba de fuego para la convivencia. Las tasas de demandas de divorcio han aumentado considerablemente en China al finalizar el período de confinamiento por lo que los psicólogos esperan que ocurra algo similar en el resto de países...
Cada año se produce un incremento de los divorcios tras los periodos de vacaciones, pero, en este momento, al hecho de convivir más tiempo como ocurre en vacaciones de Navidad y verano cada año hay que añadir la difícil situación a la que se enfrentan algunos miembros de la familia, ya sea en el plano laboral o personal. “El confinamiento además de incluir más tiempo de convivencia es muy diferente a las vacaciones, ya que en este caso es una convivencia obligada y privada de libertad en el hogar, hecho que lo convierte en un 'cóctel molotov' para las parejas con o sin hijos”, explica la psicóloga y experta en terapia de pareja Estela Peña, del centro RondaSalud.
Los ingredientes del cóctel molotov
- Cambio de rutinas y pérdida de tiempo de ocio y actividades fuera del hogar.
- Problemas en la economía familiar, ocasionados por la pérdida del empleo o de ingresos.
- Problemas de ansiedad, depresión leve, insomnio etc… derivados del confinamiento.
- Alta demanda de los hijos. En el caso de haber menores en el hogar estos demandan una atención de los padres extraordinaria, además de necesitar ayuda para realizar las tareas escolares en casa.
- Problemas emocionales en los casos en los que hay familiares enfermos o fallecidos.
- Y, en su mayoría, la convivencia con la incertidumbre sobre el futuro incierto de áreas tan importantes como el trabajo, la salud, la vuelta a la normalidad... “Tanto padres como hijos tienen esa incertidumbre que genera estrés y reacciones emocionales negativas difíciles de controlar”, explica la Peña.
Pero la psicóloga granadina destaca que esto no está ocurriendo en todas las parejas ya que, “observo habitualmente que si hay una base sólida y un buen diálogo y convivencia, es más fácil llevar estos problemas a buen puerto, por lo que destacaría que este cóctel terminaría provocando separaciones y divorcios en los casos en los que previamente ya había instalados en la pareja problemas previos que con esta situación se agravarían”, apunta.
A juicio de la experta, el mejor ingrediente para contrarrestar este devastador cóctel es el diálogo, hacer actividades por separado dentro de las posibilidades, empatizar con el resto de miembros de la familia y comprender los miedos y preocupaciones de cada uno (ponerse en su lugar), intentar mantener rutinas de alimentación saludable y realizar ejercicio en casa. “Sobre todo hay que pensar que esto es una situación pasajera. Es cierto que es fastidiosa y es normal que nos genere emociones negativas, pero que una vez pase podremos volver a normalidad en la medida de lo posible”, concluye.
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