Cientos de muertos en un fuerte seísmo en Turquía

Más de 200 personas han muerto y más de mil han sido ingresadas en hospitales tras el fuerte terremoto de 7,2 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que el domingo sacudió la provincia oriental turca de Van, informó el ministro del Interior, Idris Naim Sahin.

Los expertos del Centro Sismográfico Kandilli de la Universidad del Bósforo (Estambul) advirtieron que, al localizarse el epicentro a sólo cinco kilómetros de profundidad, causó que el efecto del sismo equivaliera al de uno de 8 ó 9 grados en la citada escala. El profesor Mustafa Erdik, director del centro Kandilli, calculó que unos 4.000 edificios han resultado dañados, 600 de ellos de forma irreversible, y que unas 50 construcciones se han desplomado completamente. "En cuanto a las vidas perdidas, calculamos que habrá entre 700 y 1.000 muertos", añadió Erdik.

La Administración de Desastres y Situaciones de Emergencia (AFAD) calcula que al menos 350 personas se encuentran aún bajo los escombros de los edificios derruidos, aunque aún falta información sobre la situación en los pueblos y las aldeas de montaña, adonde los equipos de rescate comenzaron a llegar este lunes. Por el momento, la ayuda se ha centrado en la capital provincial, Van, de 367.000 habitantes, y en la principal ciudad afectada, Ercis, de unos 74.000 habitantes y donde al menos 80 edificios se han derrumbado.

Según la cadena CNNTürk, una enfermera del hospital de Ercis aseguró que unos cien cadáveres y mil personas heridas habían sido traslados al hospital local y que el personal no daba abasto para atender a todas las víctimas. Sin embargo, Bekir Kaya, alcalde de Van, explicó a la cadena HaberTürk que sólo en su ciudad se han contabilizado entre 50 y 60 muertos. Con todo, la cifra de víctimas real no se conocerá hasta el lunes, de acuerdo a los especialistas, ya que aún se carece de información sobre lo ocurrido en los pueblos y aldeas de la región afectada.

Temerosos de las réplicas del terremoto, de las que se han registrado más de una treintena desde el primer temblor en la mañana del domingo, los habitantes de la zona han pasado la noche a la intemperie a pesar de que las temperaturas rondaban los 0º C. Por el momento, los equipos de la Media Luna Roja han repartido 8.000 tiendas de campaña, más de 25.000 mantas y unas 4.000 estufas ya que uno de las principales preocupaciones es proteger a los damnificados de las bajas temperaturas y las previsiones de nieve para los próximos días. Asimismo, los turcos se han volcado en la ayuda a sus compatriotas y las redes sociales han hervido con mensajes e informaciones sobre los puntos de recogida y envío de ayuda al este de Turquía, la parte más pobre del país y donde habita buena parte de la minoría kurda. Miles de personas se han acercado a los hospitales para ofrecerse a donar sangre.

Por su parte, el Ejército ha puesto tres aviones de carga a disposición de la Dirección de Administración de Situaciones de Emergencia del Gobierno para transportar equipos de rescate, material médico y materiales de ayuda básica a Van. Países como España, Francia, Grecia, EEUU e Israel, así como la UE en su conjunto y la OTAN, se han puesto en contacto con el Gobierno turco para ofrecerle asistencia. Según la agencia Anadolu, unos 200 presos de una cárcel de Van escaparon después de que un muro del recinto se desplomara a causa del seísmo, aunque medio centenar de ellos regresó luego voluntariamente.

La mayor parte del territorio turco está situado en una región de gran actividad sísmica. Dos terremotos en 1999 causaron la muerte de más de 20.000 personas en el noroeste de Turquía. Precisamente la provincia de Van es una de las zonas más activas, debido a la presencia de la Falla de Ercis. En 1941, un terremoto de 7 grados acabó con 194 vidas; en 1946, otro sismo de 6 grados mató a 839 personas y en 1976, 3.840 personas murieron cuando se registró un movimiento de 7,4 grados.