Cepsa apuesta por el hidrógeno verde
I Congreso Nacional de Hidrógeno Verde
Dentro de la estrategia Positive Motion, Cepsa lidera el desarrollo del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, un ambicioso proyecto que busca transformar el panorama energético con un enfoque centrado en la descarbonización de la industria y el transporte
En el panorama mundial de la energía, el hidrógeno verde emerge como un actor clave en la transición hacia un futuro más sostenible y descarbonizado. Con la creciente urgencia de abordar el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el hidrógeno verde se perfila como una solución prometedora que ha ganado impulso en la última década, siendo descrita como “dorada” por los expertos.
El hidrógeno, el elemento más simple y abundante del universo, se presenta como una alternativa energética versátil y limpia. Su producción a partir de fuentes renovables mediante la electrólisis del agua, sin generar emisiones de carbono, lo distingue como “verde”. Esta capacidad de almacenamiento y transporte de energía, junto con su versatilidad para alimentar diversos sectores industriales y también la movilidad, lo convierte en un pilar fundamental de la transición hacia una economía baja en carbono.
Posicionamiento
Cepsa se coloca a la vanguardia de la transición hacia un futuro verde y sostenible
Omnipresente, el hidrógeno se erige como una pieza central en la búsqueda de soluciones para mitigar los efectos del cambio climático. Su potencial para descarbonizar sectores difíciles de electrificar, como la industria y el transporte pesado, hace de él un actor indispensable para alcanzar los objetivos de neutralidad de carbono y se posiciona como un elemento clave en el camino hacia una economía global más sostenible y resiliente.
Descarbonización
El hidrógeno verde se produce a través de procesos de electrólisis del agua, que consiste en la separación de las moléculas de hidrógeno y oxígeno mediante electricidad de origen renovable, como la energía eólica o solar. Durante su producción y utilización, no emite dióxido de carbono ni otros gases de efecto invernadero, lo que abre la puerta a la descarbonización de los procesos industriales en los que se emplea actualmente hidrógeno gris, producido a partir de gas natural. Asimismo, el hidrógeno verde puede tener un efecto multiplicador en la descarbonización al utilizarse en los procesos de producción de biocombustibles, combustibles de origen orgánico que pueden llegar a reducir hasta en un 90 % las emisiones de CO2 del transporte aéreo, marítimo y terrestre pesado, en comparación con los combustibles convencionales.
Además de su uso para la producción de estos combustibles renovables, el hidrógeno verde es la base de otros productos derivados como el amoniaco y el metanol verdes, combustibles sintéticos. Estos compuestos son fundamentales en numerosos procesos industriales, desde la producción de fertilizantes hasta la síntesis de productos químicos y materiales plásticos, además de plantearse como las mejores soluciones a medio y largo plazo para descarbonizar el uso energético de barcos y aviones.
Así, el hidrógeno verde desempeña un papel fundamental en la descarbonización de la industria y el transporte pesado al ser una materia prima y un vector energético limpio y sostenible. Su adopción generalizada puede, por tanto, ayudar a mitigar el cambio climático y alcanzar altos grados de sostenibilidad.
Las proyecciones sugieren que el hidrógeno verde podría representar entre el 15% y el 20% del mix energético mundial para 2050. Este aumento en su contribución a la matriz energética refleja su potencial para abordar los desafíos de la descarbonización y la transición hacia una economía baja en carbono a escala global.
Para el citado 2050, se espera que el hidrógeno verde sea crucial en el sector del transporte. Se proyecta que representará aproximadamente un tercio del combustible utilizado en el transporte terrestre a nivel mundial y alrededor del 60% en el transporte marítimo. Asimismo, será esencial para almacenar energía de sistemas eléctricos renovables, ofreciendo una solución para la intermitencia de la generación de energía solar y eólica.
Urge la colaboración
La guerra en Ucrania ha generado un cambio de paradigma en la política energética europea, impulsando la necesidad de reforzar la colaboración entre los países del continente. Esta situación ha puesto de relieve la importancia de aumentar la seguridad del suministro energético y la independencia en el acceso a fuentes de energía, al tiempo que se acelera la transición hacia una economía más limpia y descarbonizada.
En este ámbito, el hidrógeno verde y sus derivados han surgido como una de las soluciones más prometedoras y viables para abordar estos desafíos de manera rápida y competitiva.
Potencias europeas
Los proyectos de Cepsa llevarán a Andalucía y a España a la independencia energética
Su desarrollo será fundamental para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y fortalecer la seguridad del suministro energético en Europa.
Al invertir en la producción y la infraestructura necesaria para impulsar el uso del hidrógeno verde, los países europeos también ofrecen oportunidades para la innovación, la creación de empleo y el desarrollo energético en toda la región.
Cepsa, a la vanguardia
En este contexto, Cepsa está impulsando en Andalucía, junto a distintos socios, uno de los mayores proyectos de Europa de desarrollo del hidrógeno verde y sus derivados: el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde. Con una inversión total de 3.000 millones de euros, este proyecto incluye la construcción de dos plantas de producción de hidrógeno verde, una en Palos de la Frontera (Huelva) y otra en San Roque (Cádiz), cada una con una capacidad de producción de 1GW.
La planta de Huelva se prevé que esté estará operativa en 2026 y alcanzará su máxima capacidad en 2028, mientras que la planta de San Roque estará lista en 2027.
En el marco del proyecto, Cepsa también construirá en San Roque la mayor planta de amoniaco verde de Europa, con una capacidad de hasta 750.000 toneladas al año. La zona del estrecho de Gibraltar, donde se ubica el proyecto, es una de las zonas con mayor densidad de tráfico marítimo. Por sus aguas transitan cada año 100.000 embarcaciones, lo que implica más del 10 % del tráfico internacional. El amoniaco producido desempeñará un papel fundamental en la descarbonización del transporte marítimo.
Alianzas
Cepsa desarrolla acciones en cooperación con empresas referentes en hidrógeno verde
Por otro lado, Cepsa ha anunciado el desarrollo de la mayor planta de metanol verde de Europa en Huelva, en colaboración con C2X, filial del gigante danés Maersk, con una inversión de hasta 1000 millones de euros. Esta planta tendrá una capacidad de producción anual de 300.000 toneladas y evitará la emisión de hasta un millón de toneladas de CO2.
Para impulsar este ambicioso proyecto que permitirá la descarbonización tanto de la industria como del transporte pesado, Cepsa está estableciendo alianzas estratégicas con empresas líderes a lo largo de toda la cadena de valor del hidrógeno, como EDP, Fertiberia, Enagás Renovable, Alter Enersun, Yara Clean Ammonia o la ya mencionada C2X. Estas cooperaciones también contribuirán a la reindustrialización sostenible de Andalucía, además de a la sostenibilidad y seguridad energética en España y en Europa. Y es que el Valle Andaluz tendrá la capacidad de generar energía sostenible tanto para nuestro país como para exportar al resto del continente, lo que también hará que los puertos andaluces jueguen un papel fundamental tanto como vía de exportación como como de referentes en el suministro de nuevos combustibles verdes para el transporte marítimo. En este sentido, Cepsa ha firmado un acuerdo con el Puerto de Róterdam, el puerto energético europeo más importante, para crear el primer corredor de hidrógeno verde entre el sur y el norte de Europa.
Esta iniciativa se lleva a cabo también en estrecha colaboración con Yara Clean Ammonia, Gasunie, empresa holandesa líder en transporte e infraestructuras de gas, que conecta el Puerto de Róterdam con otros clústeres industriales europeos en Alemania, Holanda, Bélgica y Dinamarca, y con ACE Terminal, que está desarrollando nuevos terminales de importación y almacenamiento en el puerto holandés.
Andalucía, la mejor elección
La región ofrece condiciones óptimas para ser uno de los principales productores de hidrógeno verde a nivel mundial. Con un alto potencial de generación eólica y solar fotovoltaica, Andalucía cuenta con una base sólida para la producción competitiva de hidrógeno verde. Palos de la Frontera y San Roque, con su tejido industrial consolidado, se destacan como ubicaciones estratégicas para el desarrollo de proyectos a gran escala. Las instalaciones aprovecharán los excedentes de energía renovable en horas de bajo consumo eléctrico, lo que acelerará los esfuerzos de descarbonización tanto a nivel regional como nacional.
Igualmente, el desarrollo del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde promete ser un impulso significativo para la actividad industrial y el empleo en la región. Se estima que este proyecto generará alrededor de 10.000 puestos de trabajo, con 1.000 empleos directos, y revitalizará la economía local al involucrar a más de 400 pequeñas y medianas empresas de la zona. También potenciará la actividad industrial al facilitar el acceso a una energía asequible, segura y sostenible, con la ventaja adicional de estar cerca de los centros de producción.
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