Cáncer y desnutrición: una cuestión de supervivencia que puede afectar al 40% de los pacientes
Los expertos aseguran que existe una relación directa entre una mala nutrición y la vida media del enfermo
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Madrid/La desnutrición en personas que sufren algún cáncer oscila entre el 15 y 40%, es decir que llega a afectar a 4 de cada 10 enfermos, e incluso puede alcanzar al 80% en fases avanzadas, una situación que perjudica el sistema inmune, favorece infecciones, empeora la respuesta a los tratamientos y provoca deterioro funcional, factores asociados a menor supervivencia.
La desnutrición o mal nutrición asociada a la enfermedad es una cuestión que afecta a hospitalizados, principalmente a personas con edad avanzada, y para hacer frente a ello existen muchas barreras, que van desde una legislación obsoleta, hasta notables diferencias en los recursos de los hospitales de cada comunidad autónoma, principalmente en lo referente a profesionales que puedan aplicar la mejor terapia nutricional a cada paciente.
Existe, por tanto, una relación directa entre una mala nutrición y la vida media del paciente con cáncer: hasta un 20% de los enfermos, es decir 2 de cada 10, fallecen por problemas nutricionales ya que responden mal a los tratamientos y enfrentan peor su enfermedad.
Lo ponen de manifiesto especialistas en endocrinología y nutrición, así como oncólogos consultados por Efe, que puntualizan que los problemas nutricionales también dependen mucho del tipo de cáncer y del estadio de la enfermedad.
Se da una prevalencia mayor en pacientes con tumores del tracto digestivo, los sometidos a una cirugía mayor y los que reciben quimioterapia o radioterapia ya que puede afectar a la ingesta, digestión o absorción de los alimentos.
Las estadísticas médicas apuntan también que 1 de cada 3 pacientes con cáncer, un dato que podría ser mayor, llega a perder hasta 10 kilos como consecuencia de su tumor tras ser diagnosticado y más de la mitad pierden un 10% de su peso, una merma que impacta negativamente en el índice de masa muscular (sarcopenia), un factor asociado a la supervivencia y calidad de vida del paciente.
En una entrevista con Efe, Yolanda Escobar, coordinadora de la sección de Cuidados Continuos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), explica que es importante desde el punto de vista clínico percibir la mal nutrición antes de que se someta al paciente a procesos quirúrgicos o tratamiento y remarca que los comités de tumores en los hospitales deben contar con al menos un profesional para clasificar el riesgo nutricional, en caso de que exista.
Indica que hay un déficit de profesionales en nutrición y endocrinología para personalizar las necesidades de cada persona y cita como ejemplo que un paciente puede estar mal nutrido y "sarcopénico" (es decir tendente a la pérdida de masa muscular) incluso siendo obeso y son perfiles, advierte, que a veces "son difíciles de detectar" por los profesionales oncológicos.
Aumentan las estimaciones de cáncer
Según estimaciones de SEOM, este año se diagnosticarán 286.664 nuevos casos de cáncer, un 2,6% más que en 2023, principalmente tumores colorrectales, de mama y de pulmón.
Mientras que la Sociedad Española de Patología Digestiva estima que más del 25% de los nuevos casos de cáncer diagnosticados en España afectarán al aparato digestivo.
"La desnutrición asociada al cáncer ensombrece el pronóstico, empeora la calidad de vida, aumenta las complicaciones de la cirugía, disminuye la tolerancia a la quimio y radioterapia, aumenta la tasa de abandono de tratamientos, aumenta los días de ingreso hospitalario, los reingresos y encarece muy significativamente el coste del proceso", cuenta a Efe Francisco Botella Romero, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Comenta, al igual que la coordinadora de SEOM, que la dieta es un tratamiento médico que debe ser adaptado a cada caso y aclara que para algunos se recomienda una dieta densa en calorías y para otros una rica en proteínas, pero en resumen, dicen ambos, la mediterránea ofrece un amplio abanico de opciones para cubrir requerimientos nutricionales.
Ambos expertos advierten sobre las modas del ayuno o dietas como la cetogénica (baja en carbohidratos y rica en grasas, vegetales y proteínas) ya que no se recomiendan en la gran mayoría de pacientes con cáncer y menos si hay riesgo de desnutrición.
Ojo a los suplementos nutricionales "milagro"
Desde la SEOM, Escobar precisa que los suplementos nutricionales se suelen prescribir si el paciente no puede llegar a los requerimientos nutricionales habituales como consecuencia de su enfermedad o factores previos y, en la misma línea que la SEEN, apuesta por los que tengan evidencia científica contrastada y puedan ser una opción terapéutica.
La mayoría de los suplementos de venta libre o los denominados "milagro" no tienen eficacia demostrada, advierte el profesional de la SEEN.
Sobre el ayuno intermitente, un hábito de moda y muy promovido en las redes sociales por los denominados gurús de la salud y el bienestar, la experta de la SEOM lo ve contraproducente en la gran mayoría de los casos y apunta que aún no hay un evidencia científica sólida que respalde sus beneficios en enfermos con cáncer.
Es más, señala que no tiene sentido en pacientes con mal nutrición ya que cuando pierden hasta un 30% de su composición corporal se observa una mayor toxicidad asociada a los fármacos contra el cáncer, así como peor respuesta a los tratamientos.
Por su parte, Botella aclara que un ayuno de "corto periodo" puede ayudar a tolerar los efectos secundarios de algunos quimioterápicos, pero no se recomienda por "el gravísimo riesgo de desnutrición" que conllevan algunos tipos de cáncer: sólo debería realizarse bajo control médico y en casos muy seleccionados, concluye.
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