La ventana
Luis Carlos Peris
Instalados en la diaria inocentada
Luxemburgo · Roma/La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, ha pedido "apoyo político y recursos" a los gobiernos europeos para organizar una "gran operación de seguridad y rescate" en el Mediterráneo, con el objetivo de que no se repitan tragedias como la ocurrida frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa, cuando murieron centenares de inmigantes que trataban de llegar a suelo europeo. "Voy a proponer a los Estados miembros organizar una gran operación de Frontex (la agencia europea de gestión y control de fronteras) que abarque el Mediterráneo en su conjunto, desde España hasta Chipre", ha declarado Malmström a la prensa en Luxemburgo, a su llegada a una reunión de ministros de Interior de la UE.
Los Veintiocho examinarán durante su almuerzo lo ocurrido en Lampedusa a petición de la delegación italiana, después de que Roma criticara la semana pasada la inacción de la Unión Europea ante la presión migratoria que sufre su territorio y el elevado número de inmigrantes que mueren en el mar tratando de entrar en Europa por el país transalpino. En los últimos días, Bruselas ha replicado a las autoridades italianas que está dispuesta a ofrecerle apoyo, pero que es necesario una petición formal previa, ya que la gestión de las fronteras es competencia de los gobiernos nacionales. También ha criticado que los fondos asignados a Frontex se reducen cada año, pese a que las solicitudes de asistencia de parte de los países van en aumento.
En este contexto, los ministros de Interior europeo dedicarán parte del almuerzo a escuchar al viceprimer ministro italiano y responsable de Interior, Angelino Alfano, exponer su análisis de lo ocurrido y plantear las "necesidades inmediatas" de Italia para afrontar esta situación, según ha adelantado Malmström. La comisaria ha insistido en que necesita el "apoyo político y los recursos necesarios" para poner en marcha el proyecto de una "gran operación de seguridad y rescate" en el conjunto del Mediterráneo, para lo que reclama el respaldo de los Veintiocho.
Por su parte, el ministro de Interior lituano y presidente de turno de la UE, Alfonsas Barakauskas, ha confirmado a su llegada que la cuestión de Lampedusa será parte de la discusión en Luxemburgo, pero no ha dado más detalles sobre cuál podría ser la respuesta de los 28. "Mis colegas ya han dicho que debemos asegurarnos de que este tipo de tragedias no se repitan", ha zanjado. También se ha pronunciado sobre el papel de Frontex el ministro alemán de Interior, Hans-Peter Friedrich, quién ha querido subrayar que esta agencia "ha salvado del mar a 40.000 personas en los últimos dos años". Con todo, ha dicho, "es necesario mejorar el salvamento marítimo, para lo que hay que abordar a nivel técnico muchas posibilidades".
Detienen al supuesto traficante que condujo a los inmigrantes
El tunecino Kaled Ben Salam, de 35 años, ha sido detenido como supuesto responsable del barco de Lampedusa, una tragedia que, por el momento, se ha cobrado 287 muertos, según el último balance oficial. En una rueda de prensa desde la isla italiana de Sicilia, Renato di Natale, fiscal de la localidad de Agrigento, informó de la detención de Ben Salam, uno de los 155 supervivientes de la tragedia, tras la que se estima que aún hay más de cien desaparecidos. En la detención del tunecino fue clave el testimonio de los inmigrantes que lograron salvar la vida, quienes apuntaron a que el "capitán" y supuesto traficante responsable de la travesía de indocumentados era un hombre blanco, una característica que, por su color más claro de la piel, le distinguía del resto de ocupantes del barco, procedentes del cuerno de África.
Además de la acusación de tráfico de indocumentados, sobre Ben Salam pesa la de homicidio voluntario múltiple, pues era consciente del riesgo de embarcar a más personas de las que permitía el barco, y también de naufragio, dado que pudo ser él o alguien que recibió una orden suya, quien prendiera fuego a una manta o toalla para que otros barcos supieran de los problemas de la nave. La Fiscalía de Agrigento, a la que se suma ahora investigando la Dirección Antimafia de Palermo por trata de seres humanos, sospecha además que el tunecino pudo ser el responsable de otro desembarco de indocumentados, 250 en total, en Lampedusa el pasado 11 de abril.
Este martes, los investigadores divulgaron las transcripciones de los testimonios que algunos de los supervivientes les han facilitado y que hablan de que cada uno de los viajeros pudo pagar entre 1.000 y 2.000 dólares por una travesía marítima que partió de Misurata (Libia), lo que ha podido dar a la supuesta red que la organizó entre 500.000 y un millón de dólares. "Salí el 2 de octubre hacia las 3 de la mañana junto a tres primos míos de la costa de Misurata, a bordo de un pesquero en el que éramos unos 500. Viajé en la zona intermedia de la embarcación. Para la organización del viaje contacté con un sudanés, al que le pagué 3.400 dólares en total por mi familia", dice uno de los testimonios.
Tras 24 horas de navegación, el barco avistó Lampedusa y en ese momento comenzó a entrar agua, por lo que uno de los responsables, que algunos identifican como el propio Ben Salam, prendió fuego a una manta o una toalla para dejarse ver por los otros barcos. Fue entonces cuando, según el testimonio de los supervivientes que han declarado, esa persona, al ver que se quemaba las manos, lo dejó caer al suelo, donde había combustible, extendiéndose el fuego en el barco y haciendo que la gente en la cubierta se concentrara en el mismo lugar, lo que llevó después a que la nave volcara. "Cuando llegamos cerca de Lampedusa, nos detuvimos unas dos horas y no sé por qué. Creíamos que desde Italia ya nos habían visto y que iban a venir a recogernos, pero nadie vino. Se acercaron dos barcos, a los que hicimos muchos gestos. Eran pesqueros. Nuestro motor estaba parado, entraba agua. Y en un momento dado el capitán o su asistente prendió fuego a la toalla", asegura otro testigo.
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