El ex obispo de Brujas fue chantajeado y presionado por su sobrino para dimitir
El familiar, una de sus víctimas, lo amenazó mediante un correo electrónico con filtrar a la prensa todo lo ocurrido
Roger Vangheluwe, ex obispo de Brujas acusado de abusos sexuales a menores, no dimitió de su cargo de manera voluntaria tras admitir su responsabilidad en al menos un caso de pederastia, sino que se vio forzado a tomar esa decisión tras el chantaje por parte de su sobrino, una de sus presuntas víctimas. El familiar del religioso católico lo amenazó mediante un correo electrónico en este tono: "Te doy de tiempo hasta la Semana Santa para que dimitas o filtraré a la prensa detalles de todo lo que ocurrió, y eso será mucho peor para ti".
Vangheluwe presentó su dimisión en abril pasado, en una multitudinaria rueda de prensa en la cual expresó su "más firme arrepentimiento" por haber cometido abusos sexuales hace años.
El correo electrónico amenazador fue enviado a las sedes de todas las archidiócesis católicas del país, aunque hasta la fecha se desconocía su existencia. "La dimisión de Roger Vangheluwe no fue espontánea en absoluto, no se produjo por el enorme peso que recaía en su conciencia tras haber cometido los abusos, tal como nos quiso hacer creer él", explicó el psiquiatra Peter Adriaenssens, ex presidente de la comisión investigadora independiente que debía aclarar los presuntos casos de abusos sexuales.
"El señor Vangheluwe estaba soportando una presión enorme, un chantaje en toda regla por parte de la víctima X . Todos sus compañeros y otros arzobispos belgas sabían de su oscuro pasado", agregó Adriaenssens.
El pasado mes de julio, pocos días después de la dimisión en bloque de la comisión Adriaenssens, la Justicia belga recibió amenazas anónimas para que se frenasen las investigaciones, ahora en sus manos.
En uno de esos mensajes, firmado con un apodo, se aseguraba que "si no se frenan las investigaciones, habrá graves consecuencias". "Nadie debería extrañarse si un día de estos vemos el cadáver de un juez muerto en la calle acribillado a balazos", afirmaba el texto de uno de esos emails.
Desde que la comisión independiente presidida por Peter Adriaenssens presentara la dimisión en bloque el pasado 28 de junio, la tensión entre bastidores de la Iglesia Católica belga y entre las asociaciones de defensa de la víctimas de presuntos abusos sexuales por parte de sacerdotes está a flor de piel.
En ese sentido, a partir de la renuncia de esa Comisión, según sus palabras al sentirse "desautorizada por la propia Justicia belga", han sido numerosos los casos de víctimas de abusos que han optado por dar a conocer sus identidades, hasta ahora protegidas. Uno de ellos es Jan Hertogen, de 63 años, quien denunció en la prensa que cuando cursaba estudios en una escuela religiosa de Flandes, en el norte de Bélgica, sufrió abusos sexuales por parte de miembros de esa institución, a los que no identificó.
Precisamente, gracias, entre otros, a los testimonios de Jan Hertogen, la comisión independiente pudo llegar a determinar la responsabilidad del ex obispo de Brujas Roger Vangheluwe en casos de abusos sexuales.
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