La listeriosis solo es la punta del iceberg, descubre el biofilm que vive en tus cucharas de madera

Ahora que Andalucía anda con el alma en vilo por la listerioris, una infección bacteriana, es hora de descubrirte un término que cambiará la manera en la que miras esas cucharas de madera con las que cocinas: biofilm.

Cuando se alertó del brote de infección, la industria alimentaria sufrió un revés que pone en tela de juicio la limpieza y el buen proceder durante el proceso de fabricación de los productos. Esto mismo pero a menor escala puede suceder en casa.

Según Deborah García Bello, química y divulgadora científica, los utensilios de cocina de madera son un gran foco de infección, ya que son propensos a retener la humedad y astillarse, por ello son el paraíso para las bacterias.

Por eso cuando una bayeta o algún utensilio de madera adquiere un tacto pringoso, como si fuese una telilla viscosa que no se quita por más que se limpe, es que se ha creado un biofilm.

El biofilm es la agrupación de microorganismo que se adaptan a vivir en esa determinada superficie, de modo que no sirve de nada que se limpie una y otra vez, porque la única solución es deshacerse de él.

Existen dos tipos de bacterias las que necesitan oxígeno (aerobias) que son las que se quedan en la superficie superior para proteger a aquellas que no necesitan el oxígeno para vivir (anaerobias) y por ello es tan difícil deshacerse de ese temido biofilm.

Según Gemma del Caño, Boticaria.I+D+i, y experta en calidad industria alimentaria que una vez que las bacterias se instalan en una superficie no hay nada que pueda moverlas. Tanto es así, que en esa matriz de polisacáridos incluso se forman túneles para que el agua y el alimento puedan circular y aseguren la supervivencia.

Estas bacterias pueden resultar las causantes de brotes de listeria, toxina botulínica o samonella. Por ello es aconsejable hacer uso de utensilios de cocina que sean de teflón, silicona o metal para cocinar, ya que son mucho más seguros.