Aumenta la adicción al móvil entre los menores

Los pediatras alertan de que el abuso de los dispositivos en los jóvenes desemboca en fracaso escolar y en trastornos del sueño

Tres niñas usando el móvil.
Tres niñas usando el móvil. / J. C. Vázquez
Concha Tejerina (Efe)

11 de noviembre 2017 - 20:52

Valencia/La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) advierte del aumento de casos de adicción a los dispositivos móviles, de la saturación de las urgencias por visitas innecesarias y de los trastornos de sueño en menores por la falta de atención de sus progenitores. El pediatra Fernando García-Sala, nuevo presidente de la Sepeap, tambiénj reclama la inclusión en el calendario español de vacunación de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) para niños, y de las que se aplican contra el rotavirus y la meningitis B.

Otro de los "graves problemas" pediátricos actuales es la obesidad en los menores, debido a la falta de ejercicio, la comida rápida y el sedentarismo que llevan al estar "enganchados" a dispositivos móviles, ordenadores y televisión, y que les puede ocasionar problemas cardiovasculares, de diabetes o de hipertensión. Esta adicción a los móviles y a las redes sociales está incrementando el número de "casos de fracaso escolar y de acoso escolar", así como "hiperactividad, fobias e intentos de suicidio que antes no veíamos", alerta.

"Estamos preparándonos para eso, porque son unas patologías prevalentes de salud mental que están creciendo, son complicadas y requieren la atención del psicólogo o el psiquiatra", añade para lanzar la idea de un inhibidor doméstico de dispositivos móviles con el fin de que los padres puedan controlarlos. "A un niño o niña de 15 años no le puedes quitar a la fuerza un móvil cuando se lo has consentido desde los 9", afirma García-Sala, quien también es partidario de que se prohíba usarlo en el colegio.

También se está detectando un aumento de los trastornos del sueño en menores por el poco tiempo que pasan con ellos sus padres, que cuando llegan a casa intentan suplir esa carencia de tiempo y, o bien los despiertan, o son los propios hijos los que esperan su llegada con juguetes electrónicos o viendo la televisión. "Esto produce una alteración importante del sistema nervioso, porque antes de dormir tienen que estar relajados y no haciendo una actividad que les exija una sobrecarga neuronal", dice el experto.

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