Agotamiento por calor, insolación o golpe de calor: diferencias y cómo actuar en cada caso
Debido a las altas temperaturas es común encontrarse ante este tipo de afecciones
El Ministerio de Sanidad lanza una guía útil para evitar desfallecimientos
Muertes por calor: ¿A qué nos referimos exactamente?
Con la llegada del verano y de las altas temperaturas se produce, también, un empeoramiento del sistema inmune, y, por tanto, un aumento de las enfermedades y afecciones que alteran la salud de las personas. Entre ellas una de las más comunes que aparecen en esta etapa estival es el conocido como golpe de calor. Por eso, desde el Ministerio de Sanidad del Gobierno han lanzado una serie de recomendaciones que nos permitirán distinguir entre el agotamiento por calor y una insolación o un golpe de calor. Además, propone una serie de pautas de actuación para evitar riesgos.
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Agotamiento por calor
En el caso de agotamiento por calor se pueden apreciar los diferentes síntomas:
- Dolor de cabeza
- Náuseas o vómitos
- Mareos
- Cansancio
- Sudoración
- Piel fría, pálida o húmeda
- Pulso rápido y débil
- Fiebre menor a 40 grados
Si se padece algunos de estos síntomas, Sanidad recomienda: beber agua a sorbitos, acudir a un lugar fresco, aflojarse la ropa, aplicar paños húmedos o bañarse con agua fría. Además, aconseja buscar atención sanitaria de inmediato, si se tiene enfermedades crónicas, vómitos o los síntomas empeoran en el transcurso de una hora.
Insolación o golpe de calor
El golpe de calor consiste en el aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol (insolación clásica) o por hacer ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación, de forma que el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento. En estas situaciones, el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración por lo que se produce un aumento de la temperatura corporal, superando los 40ºC. Según los médicos el golpe de calor puede presentarse en el momento o después de varios días de alta temperatura.
Según apunta el Ministerio de Sanidad, si estamos ante un golpe de calor:
- Puede no haber sudoración
- Tendremos la piel caliente y enrojecida
- Respiración y pulso acelerado y fuerte
- Fiebre mayor a 40 grados
- Puede haber convulsiones, alucinaciones, irritabilidad o cambios de comportamiento y alteración en el nivel de conciencia, que puede desembocar en un desmayo
Ante es cuadro, Sanidad recomienda llamar inmediatamente al servicio de emergencia 112. Mientras llega la ayuda, hay que llevar a la persona afectada a un lugar fresco y ayudar a bajar su temperatura con paños fríos o dándole un baño con agua fría. Además, destaca como muy importante no dar nada de beber a la persona afectada.
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