Más de 500 conductores al día detectados bajo los efectos del alcohol o drogas en España

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha llevado a cabo una campaña especial de vigilancia y control de alcohol y drogas en las carreteras españolas entre el 19 y el 25 de agosto. Durante este período, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil controlaron a un total de 225.946 conductores, lo que supone un aumento de 14.000 respecto a la campaña realizada el año anterior. De estos conductores, 3.801 dieron positivo en las pruebas de alcohol y/o drogas, lo que equivale a una media de 543 conductores detectados cada día.

La mayoría de los conductores que dieron positivo (el 89,3%) fueron identificados durante controles preventivos, mientras que el resto fueron detectados tras cometer infracciones, verse implicados en accidentes o presentar síntomas evidentes de haber consumido estas sustancias. Estos controles preventivos son fundamentales para identificar a aquellos conductores que ponen en riesgo su seguridad y la de los demás usuarios de la vía al conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.

Resultados de las pruebas de alcoholemia

En lo que respecta a las pruebas de detección de alcohol, se realizaron 221.752 pruebas durante la campaña, de las cuales 2.156 conductores dieron positivo. De estos casos positivos, 1.930 fueron detectados en controles preventivos, 108 tras haber cometido una infracción, 107 por estar implicados en un accidente y 11 por presentar síntomas evidentes de embriaguez. Además, se instruyeron diligencias contra 221 conductores para su posterior traslado a la autoridad judicial por superar la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado, y contra otros 12 por negarse a realizar las pruebas.

Datos sobre el consumo de drogas al volante

En cuanto a las drogas, se realizaron 4.194 pruebas de detección, de las cuales 1.645 resultaron positivas en los test indiciarios. De estos casos, 1.466 fueron detectados en controles preventivos, 104 tras haber cometido una infracción y 75 por estar implicados en un accidente. Se instruyeron diligencias contra 6 conductores para su traslado a la autoridad judicial por conducir bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas. Las drogas más consumidas fueron el cannabis (1.203 casos), la cocaína (565 casos) y las anfetaminas (233 casos).

El alcohol como factor concurrente en los accidentes mortales

Según la Fiscalía de Seguridad Vial, en 2023 se dictaron 50.071 sentencias por conducir con exceso de alcohol (tasa superior a 0,60 mg/l en aire o 1,2 gr/l en sangre) o bajo la influencia de drogas. Estas campañas no solo sirven para detectar a los infractores, sino también para concienciar a aquellos conductores que, aun sin superar los límites legales, se ponen al volante después de haber ingerido alcohol. Durante los controles realizados, se detectaron 4.570 conductores con tasas inferiores al límite máximo permitido. El alcohol sigue siendo el segundo factor concurrente en los siniestros mortales, estando presente en el 26% de los fallecidos.

Colaboración de las policías autonómicas y locales

La colaboración de las policías locales y autonómicas ha sido fundamental en esta campaña, ya que los controles de alcohol y drogas se han realizado tanto en vías interurbanas como en urbanas. Los datos de estas policías aún se están procesando y se sumarán a los presentados por la DGT.

¿Cuáles son los límites legales de alcohol permitidos para conducir en España?

En España, los límites legales de alcohol permitidos para conducir son de 0,5 gramos por litro en sangre o 0,25 miligramos por litro en aire espirado para conductores en general, y de 0,3 gramos por litro en sangre o 0,15 miligramos por litro en aire espirado para conductores noveles (con menos de dos años de antigüedad del permiso) y profesionales.

¿Qué sanciones conlleva conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas?

Conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas puede acarrear sanciones administrativas, como multas de hasta 1.000 euros y la retirada de 6 puntos del permiso de conducir, así como penas de prisión de hasta 6 meses en casos de reincidencia o cuando se ponga en grave riesgo la seguridad vial. Además, los conductores que se nieguen a someterse a las pruebas de detección pueden enfrentarse a penas de prisión de hasta 1 año.