Un zapatazo para que un Sevilla tan mediocre respire aliviado (1-1)

La crónica

Un disparo lejano de Pedrosa en el minuto 93 rescata un punto para los sevillistas ante el colista y deja la distancia con el Valencia en 10 puntos al finalizar la primera vuelta

Los blancos partieron con cesiones continuas a Nyland para protagonizar una primera mitad horrible y acabaron teniendo oportunidades, como un disparo al poste del debutante Vargas

Pedrosa lanza el zapatazo que le dio el empate al Sevilla contra el Valencia.
Pedrosa lanza el zapatazo que le dio el empate al Sevilla contra el Valencia. / José Ángel García

Sevilla/Gol salvador para un Sevilla tremendamente mediocre. Un disparo lejano de Pedrosa encontró la colaboración de Mamardashvili para que todos los sevillistas pudieran respirar con alivio. Su equipo había sumado un punto y, tal vez lo más importante, había impedido que el actual colista de LaLiga EA Sports ganara. Porque el cuadro nervionense se enfrentó con el equipo que tiene menos puntos de todos y este Valencia había demostrado con su fútbol las razones para ello.

Los valencianistas, ahora entrenados por Carlos Corberán, se habían limitado a aprovechar un error de José Ángel y Badé en un salto en el centro del campo que fue peinado por Hugo Duro, pero aún fue peor la permisividad de Gudelj respecto a Luis Rioja en el resto de la jugada. Ahí está el vídeo para dar o quitar razones. El serbio está muchos metros por detrás del zurdo sevillano del cuadro valencianista, pero lo sigue con la mirada, ni siquiera se acerca para hostigarlo, y permite el disparo cruzado para anotar el 0-1.

Había sido la única producción ofensiva del adversario, pero en este Sevilla tan mal confeccionado era suficiente para que todo se viniera abajo. Para colmo, tampoco los hombres de Xavi García Pimienta, quizá porque no lo merezcan, tampoco se habían encontrado con la buena suerte en un gol anulado a Lukébakio en una falta directa por una posición adelantada de Saúl en la trayectoria del balón (67’) y tampoco aparecería esa fortuna en el disparo del debutante Vargas que se fue al poste con el guardameta visitante batido (81’).

Cuando las cosas se tuercen, entre otras cosas porque el elenco de futbolistas elegidos por Víctor Orta, José María del Nido Carrasco y todo su séquito son muy cortitos de calidad, nada parece que saldrá bien. Sin embargo, Pedrosa tuvo fe en una de las últimas acciones, lanzó ese zapatazo desde fuera del área y quién iba a imaginar que Mamardashvili se lo comería… Pues sí, sucedió, cosas del fútbol y el Sevilla agarra su punto número 23 de la primera vuelta como si fuera un verdadero tesoro.

Los disparos desde lejos hallaron el premio en el minuto 93 cuando Mamardashvili, esta vez sí, se comió el lanzamiento de Pedrosa

Mil cesiones a Nyland

La primera mitad iba a ser un espectáculo, por llamarlo de alguna manera, insufrible, casi deprimente. Los dos equipos, por mucho que García Pimienta y Corberá vendan cosas muy diferentes, jugaban con un miedo atroz a equivocarse en una zona peligrosa y todo fue un ir y venir constante. Pero no era fruto de un buen juego, en absoluto, era todo consecuencia de errores de unos y otros.

Los desaciertos en los pases eran constantes, la pelota no le pertenecía a nadie, entre otras cosas porque el Valencia sencillamente la regalaba cuando no podía conectar con sus dos futbolistas de las bandas, y el Sevilla, ¿qué se puede decir de este Sevilla en el que se pensaba que su entrenador iba a apostar por un fútbol de tocar la pelota cuando fue contratado? Nada que ver con la realidad.

El Sevilla partió con cesiones una y otra vez a Nyland para que éste le pegara siempre arriba sin encontrar ningún socio para hacer una primera mitad horrible

El balón pasaba por diferentes futbolistas vestidos de blanco, pero en esa circulación siempre iba a haber una constante, que el esférico concluía en las piernas de Nyland para que éste optara por la vía más sencilla y, a su vez, menos peligrosa, pelotazo arriba para que Isaac o Saúl saltaran de cabeza a por ella. Rara vez se hacían con la rifa, entre otras cosas porque era complicado al estar rodeados de rivales.

Pero era una evidencia que ése había sido el método elegido por el entrenador catalán para afrontar esta visita del Valencia. Muchos centrocampistas jugando por el medio, a saber, Agoumé, Lonkonga, Sow y el propio Saúl; dos laterales que son centrales reconvertidos, es decir, que no tienen ninguna profundidad y todo se limitaba, por tanto, a lo que pudieran generar tanto Lukébakio como Isaac. Sin embargo, era imposible que hubiese la más mínima profundidad y que fueran capaces de meterle el miedo en el cuerpo a Mamardashvili.

García Pimienta retocó el dibujo tras el descanso y los suyos llegaron algo más a la portería rival, pero encajaron el gol de Rioja

La mejor prueba de todo lo anterior es que Nyland tuvo que cambiar de pierna en sus golpeos para no sobrecargarse el sóleo de tantas veces como le tenía que pegar arriba. Empezó haciéndolo siempre con su izquierda, la mejor para su golpeo, pero acabó optando por la derecha incluso en alguna acción de saque de puerta, es decir, a balón parado. Está claro que la musculatura del noruego también se resentiría de tanto pegarle arriba.

Apenas un trallazo de Isaac desde fuera del área que obligó a Mamardashvili a lucirse con una palomita a mano cambiada (24’) se podía contabilizar como única ocasión clara para ambos equipos en ese primer periodo que dejaba las puertas abiertas a todo debido a la incapacidad de unos y otros.

Cambio de sistema

García Pimienta iba a ordenar tras el intermedio una variación en la disposición de las piezas. El técnico catalán metió a Kike Salas más al centro de la zaga, escoró a Saúl y colocó a Lukébakio para que los suyos se colocaran con algo más parecido a un 1-3-5-2. Sin que fuera nada del otro mundo, el Sevilla sí apretó algo más y fue capaz de meter al Valencia, a este Valencia igual de mediocre en el que Gayá, por ejemplo, festeja los despejes a córner en jugadas insulsas como si fueran goles a favor, en el área.

El Valencia fue tan endeble que Gayá festejó dos despejes a córner en jugadas sin ninguna trascendencia como si fueran goles

Pero el gol no llegó. Un disparo lejano de Lukébakio era despejado en otra palomita por Mamardashvili (56’), una peinada en un córner de Saúl no hallaba un rematador en el segundo poste (57’) y lo que sí apareció fue la cadena de errores, también de horrores, en el saque directo del portero georgiano para que todo acabara en el disparo cruzado con toda comodidad de Luis Rioja.

El propio goleador tuvo una nueva oportunidad en una mala cesión de José Ángel y la hostilidad del Ramón Sánchez-Pizjuán subió varios decibelios, pero después el estadio sí empujaría lo suyo hasta el durísimo disparo de Pedrosa que encontró un premio que ya casi nadie esperaba. Un punto para el Sevilla, hasta acumular 23, y dos menos para el Valencia, que se queda en 13, diez menos, en el final de la primera vuelta. ¿Había razones para respirar aliviado a pesar del horrible Sevilla? Seguramente, sí.

Ficha técnica

1 Sevilla: Nyland; José Ángel (Juanlu, 69'), Badé, Gudelj, Kike Salas (Pedrosa, 78'); Sow (Idumbo, 78'), Agoumé (Vargas, 69'), Lokonga; Lukébakio, Saúl Ñíguez (Peque, 86'); e Isaac.

1 Valencia: Mamardashvili; Foulquier, Mosquera, Tárrega, Gayà (Yarek, 69'); Barrenechea, Javi Guerra; Luis Rioja, André Almeida (Pepelu, 78'), Diego López (Sergi Canós, 69'); y Hugo Duro (Sadiq, 69').

Goles: 0-1 (61') Luis Rioja marca con la izquierda tras una peinada después de ir Badé y José Ángel mal al toque de Hugo Duro y ante la pasividad de Gudelj. 1-1 (93') Pedrosa lanza un disparo lejano con la izquierda y Mamardashvili la toca hacia dentro.

Árbitro: Hernández Maeso (extremeño). Amonestó a Foulquier (34'), Sow (70') y Sadiq (75').

Incidencias: Partido de la decimonovena jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante 34.297 espectadores, entre ellos cerca de trescientos aficionados valencianistas.

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