Como si se tratase del Barcelona
Sevilla FC - Villanovense | Copa del Rey
El nivel de intensidad, clave en una cita a priori fácil pero con doble filo
Pablo Machín volverá a dar la oportunidad a jugadores que no acaban de sumar
El fútbol, se podría decir, que más que por el estado de ánimo puede medirse por el estado de intensidad. El Sevilla necesita automotivarse y estar activado en una noche que tan pronto puede ser la más plácida del mundo como enconarse y convertirse en una bomba de relojería.
Es lo que tiene la Copa del Rey a estas alturas. Y si Pablo Machín puede decirse que hasta ahora ha vivido la competición desde el otro lado, la presión y el rol que entra en juego en un club como el Sevilla cuando se mide a un rival de inferior categoría –en este caso dos por debajo– ya tuvo la oportunidad de vivirlo con el aperitivo de hace ya cerca de un mes en la localidad pacense de Villanueva de la Serena. Aquella tarde se incluye en esos días tontos de los cinco o seis que ha tenido este proyecto que tan buena salud desgrana en la Liga. Aquel 0-0 en un mal terreno de juego, sí, pero sin una imagen de autoridad, puede estar en el mismo archivador de las citas ante el Getafe y ante el Betis en la Liga o las noches de Turquía y Rusia en Europa.
Salvo en las citas de Liga, estas espantás –por decirlo de alguna forma– han coincidido con la presencia en el once titular de jugadores de esa segunda unidad que, salvo contadas excepciones, ha desaprovechado las oportunidades brindadas por un Machín deseoso de enganchar efectivos para la cubierta principal del barco.
Y es verdad que enfrentarse a equipos como el Villanovense no debe motivar todo lo apetecible al profesional que, además, se siente desplazado a estas plazas menores, aunque el hecho de que el duelo se juegue en el Ramón Sánchez-Pizjuán ya anima mucho más que hacerlo en el resbaladizo y poco agradecido terreno de juego que se encontró el Sevilla en tierras extremeñas.
Pero Machín se ha encargado de avisar del peligro que encierra no afrontar la visita del Villanovense con el respeto que se merece. Se recuerdan por Nervión sorpresas que, por ejemplo, vinieron tras un resultado favorable en la ida, en Lepe ante el Isla Cristina (1-2) en tiempos de Julián Rubio y en Santander ante el Racing (0-1) el primer año de Unay Emery.
El once
Promes y Amadou, que parecen querer engancharse, pueden tener un sitio asegurado en un equipo en el que también deben entrar Gnagnon, Nolito o Muriel
El 0-0 de la ida en este caso es un arma para mantener en alerta a un Sevilla que, como confirmó el entrenador, estará formado por jugadores que tienen menos minutos acumulados en sus piernas.
Puede ser de nuevo una noche para Gnagnon, para Nolito, para Muriel... pero también para Amadou y Promes, jugadores que sí se han destapado como candidatos a sumar de la manera que le gusta a Machín. Ambos dieron el do de pecho en Mendizorroza y el holandés, además, en una posición en la que se han acumulado las bajas, en el carril derecho.
Es una cita de las que nada dan y de las que pueden quitar mucho, aunque si el Sevilla sale con intensidad debe discurrir por los cauces normales. La clave está en salir pensando que enfrente estará el Barcelona y no el Villanovense.
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