El voraz plan de Machín
Sigma Olomouc-Sevilla FC | La previa
El Sevilla pretende repetir en Olomouc la determinación de hace una semana en Vilna para convertir en un trámite la vuelta en Nervión y preparar mejor el derbi
Gonalons debutará
Superar los 200 partidos europeos es una cota que alcanzan los que son alguien en el concierto continental. No hace falta haber llegado a ese estrato para ser un grande del fútbol europeo, de hecho el Sevilla lo es con sus flamantes cinco trofeos de la Liga Europa y aún no ha llegado a esa significativa cifra. Pero se ha propuesto hacerlo en este curso de renovada ilusión. Ahora mismo atesora el club de Nervión 184 partidos en Europa a lo largo de su historia. Y si llega a la final de Bakú allá por mayo, contabilizaría 201. Redondear esa trayectoria e ir un poco más allá equivaldrá al éxito. A otro más.
Pero hay que ir por partes. Ya dijo Machado que se hace camino al andar y en ello está el equipo de Pablo Machín, haciendo camino. O más bien ignotas veredas. Para llegar a plazas de glamour, el séptimo clasificado de la pasada Liga debe pagar el peaje de cruzar unos tramos sórdidos como el que hoy acomete al este de Chequia.
El Sigma Olomouc es el último escollo para que el Sevilla luzca el mejor coeficiente de los 48 equipos que participarán en la fase de grupos. La lógica dicta que los checos van a plantar más oposición al Sevilla que el Ujpest húngaro y el Zalgiris lituano. Además, esta vez la ida es a domicilio. Pero el Sigma no ha empezado la temporada con buenas sensaciones.
A pesar del buen inicio de su aventura europea (como cuarto clasificado de la pasada Liga Gambrinus, entró en la anterior eliminatoria y superó al Kairat Almaty kazajo por 2-0 y 1-2), este club de la región de Moravia, fundado en 1919 y que sólo cuenta en su palmarés con una Copa y una Supercopa checas, ambas en 2012, atraviesa una pésima racha (tres derrotas seguidas) en su campeonato que lo tienen sumido en el decimotercer puesto, el cuarto por la cola, con un solo partido ganado y cuatro perdidos.
No obstante, el modesto Ander Stadium, con 12.566 espectadores, va a registrar un cálido ambiente para recibir al monarca de la competición. El Sevilla se ha ganado un nombre por sus conquistas y eso es un honor pero también un estímulo para los rivales.
Seguramente, el portero Vaclik habrá dado algún que otro consejo en el vestuario sobre el peligro que puede encerrar este Sigma, dentro de la enorme diferencia de potencial entre uno y otro. Machín lo habrá escuchado con atención al tiempo que su cabeza ordenaba un plan claro, meridiano: salir hoy con toda la cuerda dada por conservar el respeto al enemigo, por supuesto, pero también por la conveniencia de liberar de carga este comprimido calendario inicial. Dicho de otro modo: tratar de sentenciar la eliminatoria para convertir la vuelta, dentro de una semana en Nervión, en un trámite que facilite la preparación de ese derbi que asoma en lontananza, el 2 de septiembre en Heliópolis.
Esa puesta en escena de hace una semana en Vilna, con una voracidad que zanjó el debate en cinco minutos, es la que debe repetir esta tarde el Sevilla. Para qué cambiar el plan. Y con gente llamada a ir entrando en la rueda, como Gnagnon, Amadou, Arana.
Hasta ahora, las rotaciones de Machín han dado resultado, a lo que ha ayudado el limitado nivel de los contendientes continentales. El Sigma tampoco asoma como una amenaza principal en su camino y por ello el equipo que hoy salte a la hierba volverá a tener un cariz alternativo.
Una de las notas positivas de Machín en estas primera semanas de trabajo es su decisión. Actúa. Le gana tiempo al tiempo. Nada más llegar Andre Silva a Sevilla, lo embarcó rumbo a Tánger y le dio unos minutos en la final de la Supercopa ante el Barcelona.
Y ahora va a hacer lo mismo con Gonalons. El francés vivió su primer entrenamiento el martes por la mañana y, ya por la tarde, tuvo que firmar la hojilla de los 19 jugadores citados para viajar a Olomouc. Machín no juega al despiste y ayer mismo reconoció que es probable que debute Gonalons. Es el mejor modo de ir engrasando el mecano que está construyendo.
Dentro de ese mecano hay piezas que aún chirrían un poco, con las que tendrá que insistir el preparador para que vayan puliendo su rendimiento. Es el caso de Gnagnon, que ha recalado en Nervión a cambio de unos nada despreciables 15 millones de euros y por ahora ofrece más dudas que certezas. O de Arana, que no termina de soltarse en esa banda izquierda que, por ahora, aparece con mucho menos peso específico que la derecha, donde Jesús Navas , Aleix Vidal, Sarabia y hasta el Mudo Vázquez están ofreciendo un rendimiento macizo.
Para lucir palmito en la Liga Europa con ese distintivo de los cinco títulos que le ha otorgado la UEFA, antes hay que cruzar sórdidas veredas. Hoy se trata de salir con toda la mecha, tratar de sentenciar o al menos dejarlo muy encarrilado y concentrar más esfuerzos en esas citas ligueras ante Villarreal y... Betis.
El plusmarquista empezó como un cañón
Pablo Machín le dio una hora de juego en el primer partido de esta aventura europea, ante el Ujpest en Sevilla, pero en los tres siguientes encuentros de la competición, Jesús Navas ha descansado. Hoy es probable que el palaciego se tome otro respiro para que Aleix Vidal vaya entrando en la dinámica del grupo, pero su arranque de temporada promete que el campeón del mundo va a ser un actor principal si su equipo va avanzando en la Liga Europa. Enorme su nivel en Vallecas. Jesús Navas tiene el récord de partidos europeos con el Sevilla (70) y está dispuesto a elevar ese listón todo lo que pueda.
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