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El ataque afronta una nueva prueba sin Ben Yedder ni Silva en Turquía, donde Gonalons o Amadou darían la opción de volver al esquema inicial para aprovechar la pegada de Sarabia

Quincy Promes es el jugador al que más se le espera en el ataque del Sevilla. / Antonio Pizarro
Jesús Alba

07 de noviembre 2018 - 04:53

Por tercer partido consecutivo la pareja de delanteros disponible para Pablo Machín es la que forman Quincy Promes y Luis Muriel. ¿Pero quiere eso decir que van a jugar de nuevo ambos juntos en el ataque del Sevilla en Turquía? Puede que sí y puede que no.

Las ausencias confirmadas de Ben Yedder y Andre Silva en la expedición que parte esta mañana hacia tierras otomanas dejan de nuevo al entrenador soriano con poco margen de maniobra, aunqua habrá que esperar, puesto que la entrada de Gonalons junto con la presencia de Amadou ya en los dos últimos partidos ante el Villanovense y la Real Sociedad ofrece a Machín otras alternativas.

De momento parece claro que Promes, por las sensaciones que ha dejado en el terreno de juego, es el hombre al que se le espera con más ganas. El holandés es verdad que no es un jugador con el gol ente ceja y ceja, que no ha pisado el área con el peligro exigible para un delantero de más de 20 millones de euros, pero sí es cierto que hace cosas interesantes en terrenos intermedios. A Machín parece convencerle más que Muriel, aunque tiene claro que ninguno de los dos cumple el rol de delantero referencia que necesita. De hecho, en Anoeta les pidió a ambos un paso atrás y no hacer el equipo tan largo en la presión a la salida del rival para –ya que el nivel atacante caía en picado sin Ben Yedder y Andre Silva– evitar problemas en el sistema defensivo.

Quizá el problema resida en que Machín prácticamente tiene a todo su equipo fuera de sitio. Promes, hombre de banda que en el sistema original de Machín de 3-4-2-1 sería mediapunta, está jugando de delantero; Franco Vázquez y Sarabia, mediapuntas en origen, se han convertido en medios con tareas defensivas; y Banega, un organizador ofensivo, debe mantener la posición y ejercer de ancla y jugador para el barrido.

Todo eso, con Gonalons o Amadou (también está el problema de las bajas en defensa) puede cambiar si Machín quisiera, y no es descartable que en Turquía el soriano haga alguna prueba con un intento de volver a su primer esquema, es decir, con un solo delantero y dos segundos puntas. Sería arriesgado, pues hay que ver si Gonalons está para competir como titular tras tanto tiempo fuera. La teórica debilidad del colista del grupo, a priori, puede favorecerlo.

El caso es que no es muy descabellano pensar que Machín, ya que no cuenta con mucha pólvora sin su ataque titular y lo ha comprobado al casi no ver ocasiones en Extremadura y Donosti, decida adelantar a un hombre como Sarabia, que sí ha demostrado tener gol. El madrileño lleva 13 tantos en total y en su antigua posición, de mediapunta, tiene mucho más cerca el gol y el equipo ganaría en pegada. Habría que verlo, pues igual Machín quiere que él y el Mudo descansen para el Espanyol. Lo que sí se intuye es que Promes es el que centra todas las esperanzas.

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