Valladolid-Sevilla: El sentido de trascendental

El Sevilla visita al colista de la Liga inmerso en otra crisis endogámica por el cruce de declaraciones entre el entrenador y el presidente, presuntamente cicatrizada

García Pimienta: la respuesta necesaria y la obligada

Isaac controla un balón con el pecho ante Manu Bueno y Ramón Martínez.
Isaac controla un balón con el pecho ante Manu Bueno y Ramón Martínez. / Juan Carlos Vázquez

El fútbol es trascendental porque trasciende lo deportivo. Incluso lo económico, la nueva piedra angular para los tecnócratas ultraliberales que mandan en el deporte rey como si se tratara de un simple espectáculo de masas o un serial televisivo. El fútbol está en la médula de los individuos desde su infancia. Desde que coleccionaba cromos de sus héroes. Y no hace falta acudir a ninguna manida frase de Eduardo Galeano o Jorge Valdano, con la marca de éxito de lo que proviene del cono sur americano, para cerciorarse de su trascendencia. En la fría y adusta Castilla el Valladolid también es un brasero de calor para esos infantes que lo siguieron siendo incluso cuando ya eran catedráticos eméritos. Y ahí está el ejemplo del inconmensurable Enrique Valdivieso (q.s.g.h.) y cómo paró las máquinas de su pasión por la Historia del Arte para escribir un libro sobre cromos de fútbol. El imperio de la infancia es el fútbol.

El Valladolid-Sevilla de esta tarde puede ser un homenaje a Valdivieso, el maestro que nos desmenuzó el Barroco según Sevilla y cuyo legado trasciende a su trágica muerte. Pero no sólo por eso es trascendente este clásico de Primera División que enfrenta al actual colista con un equipo que no termina de encontrar su identidad entre dimes y diretes de sus gerentes. El Sevilla de hogaño sale de una crisis para meterse él solito en otra. La última estalló por el cruce de declaraciones entre el entrenador y el presidente con la dura derrota frente al Barcelona en medio. García Pimienta ironizó sobre si tendría que jugar él en el caso de que el club hubiese aceptado la oferta del Galatasaray por Juanlu. Y se quejó el hombre de la promesa incumplida de que en enero habría cambio de cromos: pieza por pieza. Y tuvo su réplica en el presidente. “Los entrenadores no hacen más que pedir y pedir...”. Este atrevimiento dialéctico, en este mundo de impostada sensiblería versallesca, invita a pensar que el técnico se juega algo más que los tres puntos en liza. La confianza nada menos.

En el fútbol siempre hay algo más que los puntos en juego por su capacidad para trascender lo meramente deportivo. Pero hay momentos en los que esa trascendencia pasa de ser literaria a literal por la tensión que se puede liberar dependiendo de que la pelota entre en una portería o en otra.

De aquella epifanía de Montilivi en la que García Pimienta sacó altanero su testa de entrenador para reivindicar su figura en medio de otra crisis ya apenas hay recuerdo. El empate frente al Espanyol y sobre todo la derrota con el Barcelona arrasaron con aquel incipiente cimiento de un Sevilla reconocible, agresivo y valiente. En Getafe hubo un amago de otro Sevilla distinto e igualmente reconocible, más cicatero pero también más sólido. Y hoy no se sabe qué Sevilla va a comparecer en el estadio José Zorrilla, donde Enrique Valdivieso soñó con escorzos y serptentinatas pero en el arte del fútbol.

Sí se sabe que la queja de García Pimienta está justificada. La plantilla, que ya estaba cogida con alfileres en alguna línea como el eje de la zaga o la medular, sufre de pronto cinco ausencias que se concentran en el centro. Con Nianzou perdido para toda la temporada, las bajas por sanción de Badé y Saúl más la del lesionado Lokonga dejan un erial en el centro. Sin contar con que tampoco está por su lesión nada más debutar el delantero Akor Adams.

Gudelj, a rastras tras su pinchazo muscular, debe volver a la posición de defensor tras su efímera interinidad como mediocampista. Agoumé tendrá que acompañar a Sow en la zona ancha y junto Isaac habrán de aparecer Juanlu, Peque u otro que pegue por ahí medular y ataque. ¿Rubén Vargas? Parece que rinde mejor desde la izquierda y tampoco se trata de desvestir a un santo para vestir a otro. También podría tirar de la cantera García Pimienta y que aparezca Manu Bueno en el rol de Saúl. El barcelonés, que no siempre acertó teniendo más materia prima, debe acertar con lo que tiene. Porque lo de hoy es trascendental.

Alineaciones probables

Real Valladolid: Hein; Candela, Aidoo, Javi Sánchez, Aznou; Nikitscher, Grillitsh, Mario Martín; Luis Pérez, Anuar y Latasa.

Sevilla FC: Nyland; Carmona, Gudelj, Kike Salas, Pedrosa; Agoumé, Sow; Lukébakio, Juanlu, Rubén Vargas; e Isaac.

Árbitro: Javier Alberola Rojas (castellano-manchego).

VAR: Pizarro Gómez.

Estadio: José Zorrilla (16:15 / DAZN).

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