Valentín Barco, la pieza perdida en el puzle de García Pimienta

El argentino, que ha mostrado vicios defensivos en similar escala que virtudes ofensivas, puede ser una solución para llenar el hueco que deja Ejuke a babor

El Sevilla es el cuarto equipo en audiencias televisivas esta Liga hasta ahora

Valentín Barco y Stanis Idumbo, dos opciones para la izquierda, en el entrenamiento.
Valentín Barco y Stanis Idumbo, dos opciones para la izquierda, en el entrenamiento. / José Ángel García

Xavi García Pimienta anda dándole vueltas a las piezas del puzle que tiene encima de la mesa desde que Ejuke se lesionara en Montjuïc. El nigeriano ha dejado sin propietario el extremo izquierdo, una posición de la que se había adueñado. El técnico barcelonés había dado un giro a su manual, el que traía de La Masía y Las Palmas, adaptando su ideario a la plantilla que se ha encontrado en Nervión, donde Víctor Orta ha acertado con dos futbolistas que por fin han llenado el rol de extremos puros. Ahora, una de sus armas más fiables, flaquea a babor, donde la huella de Ejuke aparece alargada como su lesión. Y dentro del puzle al que da vueltas García Pimienta, Valentín Barco aparece como una pieza perdida y... aprovechable.

El técnico barcelonés tiene varias opciones para llenar ese repentino vacío. La primera que apareció casi por casualidad fue la de Idumbo, un juvenil de 19 años que se convirtió tras Bryan Gil y Reyes en el jugador del Sevilla más joven en marcar en la Liga. Lo hizo con una jugada casi calcada a la que había protagonizado una semana antes con el filial en Marbella, en un contexto similar: con el partido roto y su equipo goleado, irrumpió desde la izquierda en velocidad, perfilándose hacia dentro y batiendo con calidad al meta. Pero el extremo belga puede que no tenga la madurez competitiva necesaria para aguantar 90 minutos en un partido de primerísimo nivel y a domicilio. 

La traba de cambiar de banda a Lukébakio

Otra de las opciones es cambiar de banda a Lukébakio, que está rindiendo en la derecha a un nivel similar al que estaba ofreciendo en la izquierda Ejuke. A estribor sí tiene mimbres García Pimienta con los que llenar el vacío que dejaría Lukébakio si el técnico lo cambia de banda: Juanlu, Jesús Navas según cómo esté... Pero quitar de la derecha a Lukébakio sería desvestir a un santo para vestir a otro, dado que el belga, el hombre de más calidad técnica de la actual plantilla, donde mejor rinde es a pierna cambiada a estribor.

Con la recuperación de efectivos en la medular, también puede haber un giro del esquema de juego hacia el inicial 4-3-3. Con el 4-2-3-1 se había solidificado el equipo sobre el doble pivote de Gudelj y Agoumé -salvo en la hecatombe de Montjuïc-, dejando el rol de organizador a Peque con dos extremos e Isaac en punta. Con el regreso al equipo de Lokonga y Sow, García Pimienta tiene más piezas para fotalecer el eje y jugar con interiores. Ahí podría dejar a Lukébakio en la derecha y terciar a la izquierda a Peque -el experimento salió mal en Mendizorroza-, Isaac, Iheanacho, algún mediocampista... O Valentín Barco.

Barco, del precoz debut al ostracismo

El lateral argentino cedido por el Brighton tuvo un precoz estreno. Sorprendió su titularidad estando recién aterrizado ante el Girona. Sacó las faltas y los córneres, se metió hacia dentro para montar los ataques por la izquierda apoyándose en Ejuke -así le anularon un golazo al nigeriano por un milimétrico fuera de juego- y galvanizó casi todo el caudal ofensivo. El contraste fue su debilidad defensiva: quedó retratado en el 0-1 del Girona. 

Repitió como titular ante el Valladolid, el segundo partido que ha jugado íntegro, y perdió un balón clave en posición avanzada que supuso la expulsión de Marcao. Se repitió el problema de los espacios a su espalda y la dificultad para un repliegue rápido y eficaz en San Mamés, donde Nico Williams le descosió las costuritas hasta que García Pimienta lo quitó al descanso y prefirió en la izquierda a Carmona, con más cultura defensiva aun a pierna cambiada. Desde entonces no ha jugado ni un minuto.

Pero Barco, como extremo, sí podría aportar su olfato, su visión y su golpeo con la izquierda, porque parece más mediapunta que lateral, aunque su condición de defensa también ayudaría a tapar en ese doble lateral por delante de Pedrosa. La potencia no es su fuerte, pero ya ha demostrado lo que puede aportar en ataque y puede que encajara el puzle. El complicado puzle que tiene encima de la mesa García Pimienta.

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