Vaclík, sobre su paso por el Sevilla: “Banega y Jesús Navas estaban 2 o 3 niveles por encima”
El guardameta checo, ahora sin club tras jugar en el Albacete la pasada temporada, contó cómo llegó a Nervión
Recalcó la importancia de José Luis Silva durante su estancia, entrenador de porteros que estuvo en el club hasta este verano
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La afición del Ramón Sánchez-Pizjuán siempre se ha caracterizado en las últimas dos décadas por ser una de las más exigentes del fútbol español. Pero si hubo un guardameta fue acogido con los brazos abiertos por la afición rojiblanca casi desde que pisó Sevilla, ese fue Tomáš Vaclík. Justamente el checo llegó para renovar una posición que había sido duramente criticada en las dos temporadas anteriores a su llegada, con Sergio Rico y David Soria. Sin embargo, el portero que firmó Joaquín Caparrós procedente del Basilea cayó de pie, pese a sus problemas de rodilla, y se convirtió rápidamente en uno de los héroes de la afición de Nervión.
Vaclík jugó con la camiseta del Sevilla durante tres temporadas. Desde la 2018-19, bajo los mandos de Pablo Machín, hasta la 2020-21, ya a la sombra de Bono. Aquel último año, sin apenas protagonismo, ratificó en la última jornada, con una asombrosa parada a Joselu Mato, la mejor campaña del Sevilla de su historia en la LaLiga. En verano de 2021 finalizó su contrato y se marchó al Olympiakos. Luego pasó por Huddersfield, New England Revolution (MLS) y Albacete, donde jugó hasta la pasada temporada consiguiendo la permanencia en LaLiga Hypermotion para el equipo manchego. Ahora, a sus 35 años, se encuentra sin equipo tras una carrera marcada por sus problemas de rodilla.
El fichaje Tomáš Vaclík por el Sevilla
En una entrevista para el medio checho Away Days, comentó cómo fue su fichaje por el Sevilla cuando estaba jugando en la liga suiza: “El verano que fui al Sevilla estaba en Basilea, estaba de vacaciones en el Mediterreneo y no volví a Suiza con el equipo. Los chicos empezaron a preguntar qué pasaba. Les dije que tenía una oferta del Sevilla y que quería ponerme al día. Dijeron ‘a la mierda’. Se lo tomaron muy en serio porque el Sevilla es un club enorme, como si fuese una obligación gestionar mi salida. Era algo grande. Durante esos días ni siquiera sabía lo que estaba pasando. Siempre tuve miedo de eso. Es un club enorme y querían que lo lograra”, comentó Valíck en referencia a las negociaciones de su fichaje.
El exportero del Sevilla aseguró que entrenó al margen durante unos días en pretemporada con el Basilea hasta que firmó por el club de Nervión: “Entrenaba con Massim, del cuerpo técnico del Basilea, Solo. Vi venir al director deportivo y le dije, me voy. Y me voy. Lo vi. Estábamos en Tegernsee (Alemania) un miércoles. Vi venir al director deportivo y me dijo, ‘ok’. En ese momento supe que me iba”, explicó.
Tomáš Vaclík comentó que lo que más le impresionó al llegar al Sevilla era el nivel de aquella plantilla. Pese a jugar Champions League con el Basilea, comentó que se sentía 2 o 3 niveles por debajo de jugadores como Ever Banega o Jesús Navas: “El tamaño del club y la calidad de los jugadores eran enormes. Dejé el Basilea y pensé que antes estaba en un club muy bueno. Y es buen club, pero la calidad de los jugadores era completamente diferente. En Basilea ganamos grandes clubes, avanzamos en la Liga de Campeones. Pero luego llegué a Sevilla y los compañeros estaban 2 o 3 niveles encima de nosotros. Ever Banega y Jesús Navas estaban 2-3 niveles por enciama. Fue como un disparo”, aseguró el portero checo.
El exportero del Sevilla reconoció que se asombró al ver el nivel de la plantilla: “Tuve que mejorar. Siempre me decía que tenía que regresar después de una semana de entrenamiento. Fue un escándalo. Al principio me sentí mal por ello… Había jugadores como Ben Yedder, Andrés Silva, Pablo Sarabia, Ever Banega… Y los porteros también estaban ya acostumbrados. No necesitaban dos toques, un toque es suficiente. Sólo necesitan el segundo. Sabes, tuve que aprender esto muy rápido. Pero me alegré de poder hacerlo en los partidos. Hice lo que pude y los partidos fueron bien”, relató el portero.
La relación con José Luis Silva
Una de las personas claves en la vida de Vaclík en Sevilla fue el ex entrenador de guardametas, José Luis Silva. Comentó que fue parte de su fichaje por el club de Nervión y comentó la presión que tuvo nada más llegar: “Conocí allí a José Luis Silva, que fue parte de la entrevista para firmar por el Sevilla. Me preguntó por lo que me gustaba hacer en los entrenamientos, cómo me gustaba entrenar, lo que no. Él preparaba los entrenamientos. Probablemente me cogieron por el dinero. David Soria se fue al Getafe. Sergio Rico se fue al Fulham. Y después del Fulham se fue a París. Vine y los porteros tuvieron que irse por mi culpa. Tenía la sensación de que tenía que ponerme al día, si no, me echarían”, comentó.
Por otro lado, comentó Vaclík su competencia con Bono durante las últimas dos campañas y cómo gestionó Silva la rivalidad de la portería: “Silva era un gran tipo, sigo en contacto con él. Me ayudó cuando Bono se hizo cargo de la portería del Sevilla. Pero seguíamos comunicándonos. Me trató igual que cuando era 1º o 2º. Es señal de que es un buen entrenador de porteros y una buena persona. Te trata igual incluso cuando le necesitas cada fin de semana o cada tres días”, explicó.
Su llegada a Sevilla y la anécdota con Lenglet
Aseguró que su mudanza a Sevilla fue complicada, ya que se marchó solo a Sevilla. Vaclík recalcó la figura de Dani Espartero, uno de los empleados del club que se encarga de ayudar a los jugadores, para su adaptación a la ciudad: “Mi mujer. Mis padres vinieron de Marta y me ayudaron a empaquetar la casa. Marta tuvo que hacerlo todo. Volé desde Suiza y no volví. Volé a España y no volví. Me fui con una maleta y volé a Sevilla. Marta tenía que hacerlo todo en Suiza. Tenía que limpiar la escuela, la casa, todo. Había dos niñas, eran muy pequeñas y Marta lo hacía todo. Y en cuanto a vivir en Sevilla, el club ya tiene una persona que te ayuda, Dani Espartero, que lo hizo todo, era uno de los pocos que sabía hablar inglés. Así que fue una ventaja. Él me ayudó a mejorar”, explicó el checo.
Por otro lado, Vaclík recordó la curiosa anécdota con Lenglet. El central francés se marchó ese mismo verano a Barcelona. Contó que esperó durante varias semanas a que dejase la casa libre para poder dejarse de alojarse en el hotel donde estaba: “Viví en un hotel durante mucho tiempo y después me fui a la casa donde estuvo Lenglet, que dejó libre porque se marchó al Barcelona. Tuve que esperar a que él limpiara la casa y entonces poder mudarme. Y cuando nos mudamos todavía teníamos algunas de sus cajas en una de las habitaciones. Así que nos fuimos a la casa donde vivía Lenglet. Pero el cambio a Sevilla era un mundo completamente difícil y diferente”, comentó Vaclík.
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