"Plantilla de ruán, capataz de San Gonzalo", la inquietud del sevillismo con García Pimienta

Sevilla FC

Un tuitero sevillista realiza un epítome de la arriesgada apuesta de Del Nido Carrasco y Víctor Orta haciendo una comparación con la dicotomía de las cofradías

El director deportivo debe darle al técnico catalán una plantilla acorde a su ideario en plena crisis económica

Análisis: La oficialidad del riesgo

García Pimienta es llevado en volandas por sus futbolistas en el adiós de Las Palmas.
García Pimienta es llevado en volandas por sus futbolistas en el adiós de Las Palmas. / Afp7 / Europa Press

La dualidad de la ciudad de Sevilla es poliédrica. Es decir, tiene muchas caras. Y lo mismo que existe muy acentuada en lo futbolístico también tiene su extensión en otros ámbitos sociales, como las cofradías, de tan honda raigambre en la Baja Andalucía. Y a veces fútbol y cofradías se dan la mano. Y esto ha producido un curioso cruce a colación de la tremenda inquietud que ha creado en el sevillismo la contratación como entrenador del Sevilla de Xavi García Pimienta, de perfil del Barça, ante una planificación, más que austera o seria, de economía de guerra.

Es lo que ha sucedido con un exitoso tuit que está provocando multitud de interacciones en las redes sociales, concretamente en la red X, la heredera de Twitter. En ella es muy activo el poeta y escritor Martín Luna, de reconocida filiación sevillista y muy activo en las lecturas socio-antropológicas de las tradiciones de la ciudad y también del fútbol.

García Pimienta llega a un club en plena recesión económica que tendrá un nuevo ejercicio económico deficitario, el cuarto consecutivo, para lo que el comité de dirección del club presentó un plan financiero de 108 millones de euros a diez años.

En ese contexto, Martín Luna compara la situación económica de precariedad y la necesidad de recortar hasta un 50% o más el gasto en la plantilla con las cofradías de negro, ruán y esparto, el paradigma de la austeridad (aparente, las de negro solían ser las más ricas) en las cofradías sevillanas. En cambio, José María del Nido Carrasco y Víctor Orta han elegido para el nuevo proyecto un entrenador de fútbol alegre, de complicación táctica, que requiere mucho trabajo de convicción y una plantilla adecuada para ello. Un entrenador de capa, de cofradía de barrio... "En año de ruán nos da por traer al capataz de San Gonzalo", dice Martín Luna en referencia a Manolo Garduño.

En año de ruán, es decir, de austeridad suprema por la necesidad económica, Del Nido Carrasco y Orta optan, quizá por la necesidad también en igual proporción que la convicción en que es la solución más adecuada, por un capataz que se caracteriza por las alegrías, los cambios en el andar de los costaleros, las coreografías sincronizadas con la música procesional: el capataz del misterio del Soberano Poder ante Caifás de San Gonzalo, la cuadrilla más famosa por su característico andar alegre que conmueve a las masas.

¿No habría sido mejor un técnico de fútbol más directo y sencillo para este proyecto nuevo? Es la pregunta que se hace el sevillismo ante la realidad de que el club también llamó a otros capataces, léase entrenadores, como Jagoba Arrasate, de un ideario futbolístico completamente distinto al de García Pimienta: la escuela vasca de presión y fútbol directo frente a la escuela barcelonista de juego combinativo y fútbol más elaborado. Con sus matices, que los tiene García Pimienta.

Otros tuiteros han reaccionado recordando que el técnico catalán, siendo aún entrenador de Las Palmas, habló en una entrevista en la Cope sobre si el método es innegociable. "No, no, no. Esto es muy sencillo, tú vienes a Las Palmas con una idea de intentar jugar, si ellos no te lo compran... Por mucho que fuese el método ideal, si no soy capaz de transmitirlo o ellos no son capaces de entenderlo o no lo ven, hay que cambiar; hay que cambiar porque los importantes en el fútbol son los futbolistas".

En el Sevilla habrá que ver de qué futbolistas, con mucho peso de la cantera y Kike Salas e Isaac como abanderados, rodea Orta a García Pimienta. Y si éste tendrá que variar su ideario o método según lo que vea una vez empiece a entrenar, a ensayar con su cuadrilla de costaleros, desde julio. El tiempo lo dirá. Entretando, la inquietud es máxima y está muy generalizada en el sevillismo.

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