La triple ventaja de Dmitrovic frente a Bono en Cádiz

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El serbio, ex pupilo de Mendilibar y en un gran estado de forma, apunta a titular en Cádiz por haber trabajado el giro táctico mientras el marroquí jugaba con su selección

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Dmitrovic lanza desde el área con su pierna izquierda en el Philips Stadion.
Dmitrovic lanza desde el área con su pierna izquierda en el Philips Stadion. / AFP7

José Luis Mendilibar atraviesa su segunda semana de entrenamientos al frente del Sevilla y todavía no ha podido trabajar con algunos de sus futbolistas. Este miércoles, por ejemplo, ya lo pudo hacer con Bryan Gil y Lamela, el primero ya recuperado de una lesión menor que lo hizo abandonar la concentración con España y el segundo tras otra dolencia leve que sufrió en Estambul. El martes conoció a Pape Gueye y Alex Telles, en circunstancias parecidas, el primero que también regresó de su concentración con Senegal por un golpe y el segundo tras jugar un amistoso con Brasil. Hoy son esperados Bono y En-Nesyri y el regreso del portero marroquí abre el debate de la portería.

¿Quién será el guardameta del Sevilla en el Nuevo Mirandilla? Pues no es difícil colegir que será Dmitrovic, gracias a que renunció a la selección de Serbia y dado que cuenta con una triple ventaja sobre Bono, quien desde Madrid, tras jugar el segundo amistoso de Marruecos ante Perú, y tras vencer en Rabat a Brasil, se expresó en tono expectante y positivo hacia el nuevo entrenador, al ser preguntado por lo que significa el cambio de técnico: "Personalmente, me parece una cosa muy positiva, muy buena. Juntos iremos hacia el objetivo".

Los diálogos para el giro táctico

Hasta Bono han llegado las sensaciones que emanan del vestuario sevillista desde la llegada del vizcaíno, que tiene razones fundadas para confiar en su primer partido en el banquillo del Sevilla en Dmitrovic. En primer lugar, ya lo conoce de su segunda etapa en el Eibar. Ambos salieron de Ipurua en 2021, cuando el serbio desembarcó en Nervión después de haber disputado a las órdenes del vizcaíno 131 partidos, dejando la portería a cero en 34 ocasiones. Eso ya es una ventaja sustancial en un contexto en el que todas las sinergias suman, máxime cuando un nuevo entrenador quiere dotar de un importante giro táctico a su nuevo equipo, tan necesitado como está este Sevilla de pragmatismo, unión y pujanza colectiva.

Otra ventaja, bastante obvia, es que en el giro táctico que está tratando de implementar Mendilibar en el Sevilla, desde su primer entrenamiento el martes de la semana pasada, hasta este miércoles, Dmitrovic ha estado presente, mientras que Bono estaba de gira con Marruecos, al igual que otros compañeros internacionales. Además, hasta hoy no es esperado el marroquí, al que han antecedido otros futbolistas que fueron llamado por sus selecciones y que regresaron antes, pudiendo comprobar en el césped o en las charlas cuáles son los mensajes, el sistema, el dibujo y las ideas que quiere Mendilibar en este menesteroso Sevilla. Su debut, además, será a domicilio, ante un rival directo por intentar alejarse lo antes posible del pozo del descenso...

El excelente estado de forma del serbio

Y una tercera ventaja es que Dmitrovic, en sus últimas comparecencias, ha demostrado que está en un estado de forma impecable, tanto en cuanto a su rol específico como portero como en la forma en la que reaccionó en ambientes caldeados, siendo incluso víctima de una agresión en Eindhoven o del impacto de un objeto en la lluvia de mecheros y monedas que sufrió en Estambul. En ambos casos reaccionó con frialdad y saber estar. Y además, ha realizado paradas que han dado puntos, como las dos salvadoras que realizó ante el Almería (2-1).

Esto se junta con el extraño momento que atraviesa Bono, que quedó señalado por el juego desde atrás y la salida de balón que se llevó por delante a Sampaoli por su empecinamiento. El error de Joan Jordán en Getafe tuvo también con la forma en que el meta lo buscó estando presionado. Y no es la primera vez que pasa esto esta temporada. Además, en el amistoso ante Brasil, tuvo un claro error al tragarse bajo los brazos un disparo inocuo de Casemiro, aunque esto es anecdótico frente al magma del asunto.

La cosa es que Dmitrovic le lleva ventana no sólo por haber estado cuatro años con Mendilibar y contar con toda su confianza, sino por haber trabajado siete días ya con el vizcaíno mientras Bono estaba fuera. Y en el trabajo táctico también tiene muchísima importancia los movimientos del portero: la forma de defender la estrategia y los balones colgados; la manera de buscar despejes orientados o el juego directo hacia los atacantes; los nuevos caminos para saltar líneas, una de las obsesiones de Mendilibar, sin arriesgar atrás... El vizcaíno decide, pero Dmitrovic parte con una trible ventaja de inicio.

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