El tremendo enfado de En-Nesyri y Ziyech tras ser sustituidos con Marruecos

La polémica siempre convive con el fútbol. El deporte de alto rendimiento se da la mano con la forma tan pasional de vivir cada minuto dentro y fuera del terreno de juego. Un ejemplo de ello es lo ocurrido en el Marruecos-Zambia de la pasada noche -7 de junio-, el cual dejó una imagen, siempre, preocupante en los vestuarios de clubes y selecciones.

En torno a la hora de partido, Walid Regreagui, seleccionador marroquí, decidió sustituir a Youssef En-Nesyri y Hakim Ziyech por Soufiane Rahimi y Ayoub El Kaabi respectivamente. La respuesta tanto del delantero del Sevilla como del atacante del Galatasaray -cedido por el Chelsea- no fue la mejor. Ambos se enfadaron públicamente, llegando a lanzar y golpear alguna botella de agua en el banquillo, y tirar su bota en claro gesto negativo.

Es evidente que el cambio no le gustó a ninguno. Era un encuentro de clasificación para el Mundial y ni Ziyech, quien había anotado desde los once metros a los seis minutos de partido, ni En-Nesyri se querían perder la oportunidad de ayudar a su selección. Sin embargo, la decisión de Walid Regragui fue definitiva, pese a la mala reacción de ambos futbolistas. Marruecos acabó venciendo (2-1).

Recuerdo del lío entre En-Nesyri y Quique

En el Sevilla el ambiente, aún, continuaba tenso. El conjunto nervionense, mientras vencía 1-0 al Celta de Vigo, no convencía con su juego ni a su afición ni a su entrenador, Quique Sánchez Flores. Por ello, el técnico madrileño decidió realizar un doble cambio, para refrescar el ataque y reforzar la creación de juego. Los elegidos para entrar fueron Suso y Dodi Lukebakio y, pese a que Isaac Romero no estaba demasiado acertado, los sustituidos fueron Lucas Ocampos y Youssef En-Nesyri.

El marroquí, a su salida del campo, mostró su descontento con la decisión de su entrenador, lanzando una patada al aire que impactó con la nevera. Tras ello, se encaró con Quique Sánchez Flores, dejando una imagen tan tensa como preocupante. Lucas Ocampos fue el encargado de separar a ambos.

A los pocos días, entrenador y futbolista lo hablaron de forma privada y sanaron las heridas. Cabe destacar que En-Nesyri acabó siendo uno de los jugadores más importantes para Quique Sánchez-Flores.